La mente no es una computadora

El ser humano es uno de los animales con menos conocimientos innatos. Claramente podemos notar que un ternero al nacer, con dificultad pero con prisa, logra ponerse de pie y logra amamantarse de su madre por sus propios medios. Un bebé recién nacido no va a tener esa ventaja, ya que si no se lo alimenta no lograría sobrevivir.

Al ternero no se le enseña a ponerse de pie y a mamar para alimentarse con la leche de su madre, toda esa información es de nacimiento, o sea, innata. En cambio el humano, la mayoría de las cosas las aprende. Nos enseñan a caminar, a alimentarnos, a hablar, a escribir entre tantas cosas. Hasta nos enseñan en que creer.

También nos programan a como comportarnos, a como usar el lenguaje que nos enseñaron de forma “socialmente correcta”, en fin, muchas cosas.

A todo esto hay que agregarle la forma de ser de cada individuo. Por ejemplo, hay personas que de nacimiento son más audaces que otras, están las que son más alegres o más extrovertidas, también las que nacen con una habilidad
física o mental distinta al resto que los lleva hacer cosas extraordinarias.

Pero volviendo a lo que nos enseñan, todas esas programaciones forman una base que luego nos sirve para que nosotros sigamos incorporando conocimientos en el transcurso de nuestra vida y vayamos modificando o completándolas. Hay que entender que llamamos programaciones, desde saber atarse los cordones de los zapatos hasta una carrera universitaria.

Mientras caminamos la vida y el trajín que trae consigo, en muchas ocaciones se nos van filtrando programaciones bajo la línea de la conciencia, aparecen y quedan incorporadas en nuestra mente sin que nos demos cuenta. Por
ejemplo, hay personas que conducen su carro sin ningún tipo de dificultan y luego, sin razón, comienzan a sentir miedo a manejar, y hasta en algunas ocaciones el miedo les termina ganando y dejan de conducir su propio automóvil.

Lo que sucede es que se instala una programación, la persona no lo percibe, y cuando esa programación sale a la luz se manifiesta de diferentes formas y se puede transformar en un problema. Si bien hablamos de “programaciones”, “instalaciones”, etc. la mente no es una computadora.

Tenemos que entender que somos humanos, por ende, somos seres afectados. Además de lo que nos enseñan y lo que vamos incorporando en nuestra mente por el camino, tenemos nuestra propia forma de ser. Y toda esa combinación es lo que nos hace únicos.

Ahora, cuando se quiere re programar la mente hay que tener todo esto en cuenta. Hay muchas personas con cientos de dificultades diferentes para resolver, por nombrar una: hay individuos que tienen timidez de hablar en público.

Eso se transforma en un serio problema si quien lo padece, por ejemplo, es un alto ejecutivo de una empresa. Eso le entorpece su trabajo. Están los que envían a su secretaria porque les es muy difícil hablarle a sus empleados o los que se manejan de forma escrita y estiran lo más que pueden la situación de reunirse con ellos y hablarles personalmente.

Si bien con la técnica que les enseño lo pueden resolver rápida y fácilmente, no pueden esperar a que luego de incorporar el método se conviertan en “la fiesta de las reuniones”. Lo que sí sucede es que la timidez va a dejar de ser una piedra en el camino y se va a convertir en una situación extremadamente fácil de manejar. Sin pretender dejar de ser quien somos, podemos mejorar nuestra forma de ser para nosotros mismos y para los demás. El sentirte
bien y el ser mejor es mucho más fácil de lo que crees. Recuerda, #CuandoSeQuiereSePuede

Acerca de Oscar Posedente 12821 Articles
Periodista, locutor, actor y editor de Semanario Argentino y de Radio A de Miami. Director de Diario Sur Digital.