La semana que el Gobierno vivió en peligro

El acuerdo con el Correo y la modificación en el haber jubilatorio dominaron la agenda

Las cosas no estaban fáciles en la reunión de coordinación que se hizo en Olivos el jueves por la mañana. Hacía varias semanas que el Presidente no convocaba a esas reuniones y reinaba la preocupación no solo por las repercusiones en la opinión pública del acuerdo entre el Ministerio de Comunicaciones y el Correo Argentino SA, la empresa de Franco Macri, sino especialmente por la crisis política interna generada por la modificación de la fórmula de movilidad jubilatoria, que se dio a conocer exactamente el mismo día que se le daba sanción definitiva a la ley de ART en el Congreso.

Como el horno no estaba para bollos, no se la dio a conocer a los medios. Estaban la vicepresidenta, Gabriela Michetti, el jefe de Gabinete, Marcos Peña, los vicejefes Mario Quintana y Gustavo Lopetegui, el ministro del Inerior, Rogelio Frigerio, y el presidente de la Cámara de Diputados, Emilio Monzó. Mauricio Macri le pidió a cada uno que hablara con franqueza y escuchó a todos con especial atención. Básicamente, pareció que necesitaba comprender qué estaba pasando, porque cree estar haciendo un enorme esfuerzo por sacar el país adelante, desplegando un plan de obras inédito en la historia, ordenando y modernizando la administración pública, promoviendo la confianza del país en el exterior.

Lo que escuchó fue duro. Rondaba la sensación de que continuar sin aceptar en público el error de no valorar correctamente las suspicacias que genera en una sociedad desgastada por la corrupción sistemática, podía «llevarnos puestos». Se hablaba no tanto de diferenciarse del gobierno anterior, sino -lisa y llanamente- de rectificarse.

 
 
Hasta el miércoles a la noche, el asunto del Correo había desplazado en las conversaciones de trabajo cualquier otro tema. Ya no se hablaba de la gestión, sino de dónde había salido la operación político/electoral, quiénes eran los responsables, por qué «el día a día se transformó repentinamente en algo tan ruidoso». Como sucede siempre en el círculo macrista, se intentó desdramatizar, llegando a conclusiones de que «lo normal es la falta de calma, siempre aparece algún tema para dominar el debate y en este momento no había nada interesante para los medios». También explicando que se trataba de un caso interesante para la teatralización mediática, la lucha arquetípica del hijo por matar al padre, el pasado que vuelve como un destino irrevocable, intensidad a la máxima potencia entre política, psicoanálisis y tragedia griega.
 
 

Pero sobre llovido, a alguien se le ocurrió que era el momento apropiado para corregir un error técnico en el cálculo de movilidad jubilatoria para los haberes que debían ser aumentados en marzo, de acuerdo a la ley aprobada con gran consenso político a fines del 2008. Casi se derrumba Cambiemos.

El Presidente reaccionó con celeridad. Llamó ese miércoles por la noche a Elisa Carrió y convocó a la reunión de coordinación de la mañana siguiente. Allí reunidos, decidió que daría por la tarde la conferencia de prensa que muchos le pedían y que su círculo prefería que evite, para protegerlo. También respaldó la propuesta de salir a timbrear el sábado para «poner fin a una semana de mierda».

El equipo evaluó positivamente la conferencia de prensa presidencial y está conforme con los resultados del timbreo en el interior de la provincia, porque en Capital y buena parte del conurbano fue suspendido en la madrugada, cuando la tormenta arreciaba y parecía que iba durar todo el sábado.

Cuando llegó por whatsapp la orden de levantar el timbreo en el AMBA, hubo desconcierto. Muchos decidieron seguir adelante, como los equipos de La Matanza, Florencio Varela, Ensenada y Esteban Echeverría, porque allí no llovió. Los que recorrieron los barrios notaron que «hubo más puteadas de lo habitual, mucho K envalentonado y los vecinos comunes más incisivos». Sin embargo, pudieron hacer la actividad normalmente y percibieron que «la gente se siente bien de ser escuchada».

En diálogo con Infobae, el intendente de Vicente López, Jorge Macri, aseguró que «ni el correo ni el de las jubilaciones fueron tema en los timbreos que hicimos en 70 localidades del interior de la Provincia con los intendentes de Cambiemos». Y agregó: «Dominaron las expectativas y la esperanza y, por supuesto, los pedidos concretos a los intendentes, pero nadie sacó esos temas que me parece tienen más que ver con el microclima político».

Consultado acerca de si está confirmado que encabezará la lista a senadores nacional de Cambiemos por la provincia de Buenos Aires, como trascendió, explicó: «Yo no confirmo quién será o no será candidato, yo trabajo en lo que al equipo le sirva y los que confirman son Mauricio Macri y María Eugenia Vidal».

GG

Acerca de Oscar Posedente 12821 Articles
Periodista, locutor, actor y editor de Semanario Argentino y de Radio A de Miami. Director de Diario Sur Digital.