Luego de la humillante derrota sufrida en Alemania, el Arsenal recibió en el Emirates Stadium al Bayern Múnich con la misión de retirarse de la ChampionsLeague con la frente en alto. El 5 a 1 a favor de los bávaros privó de toda posibilidad al elenco inglés de acceder a los cuartos de final del campeonato continental.
La agresiva actitud que presentó Wenger empezó a dar resultados a los 20 minutos de la primera etapa. La asistencia en profundidad de Oliver Giroud hacia Theo Walcott le permitió al británico fusilar a Neuer para celebrar el 1 a 0 y soñar con el milagro. A pesar de su superioridad, todavía faltaban goles para encender la llama de la ilusión inglesa.
Sin embargo, la reacción germana dilapidó a las esperanzas londinenses. Un grito de Hummels ahogado por el banderín en alto que marcó un fuera de juego vaticinó lo que llegaría en el complemento.
Una infracción de Koscielny adentro del área encausó la catástrofe. El francés dejó con diez a su equipo y provocó el penal para que Lewandowski engañe a David Ospina. El 1 a 1 derribó anímicamente a un conjunto que nunca estuvo a la altura que demanda la competición internacional.
La catarata de goles impuestos por Robben, Douglas Costa y Arturo Vidal, este último por duplicado, le bajaron la persiana a un espectáculo que posiciona al combinado de Carlo Ancelotti como candidato a adjudicarse el título, y a Wenger como principal responsable de una eliminación tan dura como merecedora.
Mientras los germanos esperan el sorteo para conocer el rival que tendrán en la instancia de los ocho mejores, en el Arsenal se preguntarán quién podrá ocupar el cargo de entrenador en la próxima temporada, dado que la estadía del DT en el banco londinense parece acabar en junio, cuando venza su contrato.
GG
