Mis coaching me lleva a viajar por toda Latinoamérica y poder hablar con muchas personas y escuchar sus experiencias en las problemáticas que yo entiendo. Los jóvenes de hoy en día están creyendo que vapear (con cigarrillos electrónicos) no es igual a fumar.
Si bien esto es una realidad, el problema es que los jóvenes de varios países están creyendo que vapear no hace mal.
Y las empresas que comercializan estos productos están impulsando esta confusión y este significado de sanidad a la palabra “vapear”. Vapear no es igual a fumar “más sano” o de manera “menos dañina”.
Cuando la persona vapea esta aspirando varios productos. Uno de ellos es la nicotina (que es un veneno vegetal) y los productos que producen el humo condensado y saborizado.
La nicotina es el producto más estudiado en el campo de la farmacología y es extremadamente sabido que produce alta adicción y mutaciones genéticas.
Esto último significa que aumenta las chances que los hijos de padres fumadores también lo sean, además de de tener altas probabilidades de nacer con problemas de salud producto de la adicción de los padres.
Y con respecto a los otros elemento que lleva el líquido que quema el cigarrillo electrónico no se sabe mucho aún.
Lo que si se puede asegurar es que el vapear es una forma más limpia de consumir nicotina.
Si bien con este sistema se puede elegir la dosis de la droga, la nicotina sigue teniendo efectos nocivos para la salud. Aumenta la dopamina y la norepinefrina al igual que lo hace la cocaína o las anfetaminas.
Regula la memoria, la atención, el aprendizaje y las emociones y en definitiva afecta a la forma de pensar y conducirse. Una persona alterada en estas áreas no siempre va a elegir las mejores opciones al momento de enfrentar las situaciones de la vida diaria.
Por eso es muy importante que sepas que si estas queriendo dejar de fumar, el vapear va a tener CERO efecto para tal cometido.
En todo caso te estarás ahorrando el alquitrán (conjunto de sustancias) pero por otro lado estarás consumiendo todos los elementos que producen ese humo espeso y con sabor que hoy en día no se sabe que efectos tienen en el organismo de las personas a largo plazo.
Si te fijas en las redes sociales, casi todas las marcas de vapeo acentúan su comunicación en todas las “gracias” que se pueden hacer soltando el humo por la boca, proponiéndote que te conviertas en un “artista de hacer formas con
humo”, como Gandalf en la película “El Señor De Los Anillos”.
Y en este punto (el del marketing) se asemeja a lo que hacen las marcas de cigarrillos tradicionales donde en varios países siguen promocionando su marca en eventos y sitios donde asisten los jóvenes como bares, discotecas y conciertos de todo tipo de música.
Si te fijas, te darás cuenta que las publicidades nunca le hablan al fumador adulto porque a ese público ya lo tiene cautivo, sino le hablan a los jóvenes que son potenciales nuevos clientes.
Por eso no te confundas, si quieres pasarte de fumar cigarrillos tradicionales a vapear con cigarrillos electrónicos, hazlo, pero no creas que vas a estar dejando de fumar o que lo haces de una forma más sana.
Lo que estarás haciendo es cambiar la manera en que consumes la nicotina. El sentirte mejor es mucho más sencillo de lo que crees.
Recuerda #CuandoSeQuiereSePuede
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