Fue una gran inauguración en un ambiente modesto que marcó un paso muy importante en una industria todavía en ciernes.
Trulieve, uno de siete cultivadores con licencia para cultivar y distribuir marihuana en el estado, abrió el miércoles su primera tienda en el sur de la Florida. La nueva ubicación, la quinta de la compañía en la Florida, se abrió en un edificio de aspecto parecido a tantos otros en el área industrial justo al este del Aeropuerto Internacional de Miami. La compañía ya ha estado haciendo envíos de marihuana médica a pacientes desde otras ubicaciones. Otro cultivador, Modern Health Concepts, distribuye discretamente su producto a los pacientes en un programa limitado previo a la aprobación de la Enmienda 2 desde su centro en Redland, cuya dirección no ha sido dada a conocer.
Andy Luis, empleado de Trulieve, muestra un vaporizador que puede ser usado con productos de marihuana
Pero tras la votación de noviembre en la que 6.5 millones de floridanos aprobaron expandir el acceso a la marihuana médica, esta es la primera tienda al por menor en Miami donde los pacientes con las recomendaciones apropiadas de sus médicos pueden entrar y luego salir habiendo comprado marihuana médica.
Incluso después de meses de planificación, la inauguración del miércoles fue algo apresurada, dijo la presidenta ejecutiva Kim Rivers.
La compañía recibió de pronto su certificado de ocupación del Condado Miami-Dade el martes, dijo ella, y quiso abrir la tienda lo antes posible. Las leyes del Condado que regulan la venta al por menor de marihuana medicinal exigen además que las compañías abran sus tiendas dentro de un plazo de tiempo específico, dijo, de modo que Trulieve estaba en una carrera contrarreloj.
“Estábamos tratando de abrirla tan pronto como fuera posible para cumplir con la fecha tope requerida”, dijo.
La instalación, situada en el 4020 NW 26 St., es blanca con rebordes verdes y está situada entre almacenes de alquiler que albergan negocios de arrendamiento de autos y de creación de carteles. Las colas de los aviones en tierra se ven del otro lado de la calle, y el rugido atronador de los vuelos que pasan por encima se escucha cada tres o cuatro minutos.
Pero adentro, todo parece indicar que se trata de una consulta médica flamante como otra cualquiera. Hay un mostrador con dos computadoras y algunas sillas. Solamente la pantalla de televisión en la pared detrás del mostrador indica el producto que allí se vende cuando muestra filas de plantas de cannabis en un laboratorio.
Una vez que un empleado verifica que el paciente está en el registro de acceso a la marihuana médica, una puerta lateral se abre al dispensario como tal. En un mostrador de vidrio, hay consultores disponibles para explicar a los pacientes toda una gama de productos que incluyen aceites, “la flor” que se puede vaporizar y una crema de uso tópico. Los productos están en cajas, embotellados y rotulados como cualquier otra medicina por prescripción facultativa. La fuerza del producto que se vende a cada paciente depende de la recomendación de su médico.
Solamente aquellos médicos aprobados por el estado pueden recomendar un tratamiento con marihuana, y el paciente tiene que tener una relación de al menos tres meses con su médico antes de que se pueda hacer esa recomendación.
Antes de la inauguración del miércoles, Trulieve envió correos electrónicos a sus aproximadamente 500 pacientes en el sur de la Florida para invitarlos a la misma. Eddie Ramos dijo al Miami Herald que alrededor de 20 pacientes vinieron durante la hora pico inicial de la mañana, y que más fueron llegando durante el resto del día.
“Vinieron pacientes a los que habíamos hecho envíos anteriormente, y vinieron nuevos pacientes que venían por primera vez”, dijo. El personal de la tienda de Miami dijo que los primeros clientes eran sobre todo personas de edad avanzada con dolores crónicos, aunque a medida que crezca el mercado la gama de pacientes probablemente se diversificará. Los legisladores estatales están debatiendo en este momento cómo crecerá el mercado después de que se aprobara en noviembre la Enmienda 2, la cual expandió la lista de padecimientos médicos que califican para recibir tratamiento de marihuana para incluir en la misma la epilepsia, el trastorno de estrés postraumático, el sida, la esclerosis múltiple y “otros padecimientos médicos debilitadores”.
