Preocupa el futuro a los Marlins, menos a Stanton con su nuevo penthouse de lujo en Miami

La cercanía de julio casi siempre trae en Miami los mismos rumores de toda una vida. Más bien una especulación envuelta en aroma de pregunta: ¿habrá un desmantelamiento dentro de los Marlins? En inglés lo llaman "fire sale''. En cualquier idioma, se trata de movimientos donde suelen quedar pocos títeres con cabeza.

Pero esta vez el rumor de tierra arrasada viene acompañado, además, de otros más fuertes y casi confirmados sobre la venta del club, un evento que potencialmente lo puede transformar todo, desde filosofías para dirigir una franquicia, hasta masivos desplazamientos de personal. A veces el cambio es bienvenido, otras provoca traumas.

Se habla que el único intocable es J.T. Realmuto, otros incluyen en la lista a Christian Yelich y de Giancarlo Stanton se sobreentiende que la decisión de irse o quedarse depende entera y solamente del slugger agraciado con una cláusula de no traspaso, cortesía del propietario saliente Jeffrey Loria.

Stanton, como nota curiosa, acaba de comprar un penthouse en el condominio de lujo Aria on the Bay. Un anidad de cinco cuartos y 7.5 baños, con terraza, piscina privada y una cocina de verano al aire libre. Los precios de esta propiedad -de tres niveles- oscilan entre los $1.8 y $6 millones, algo que se puede regalar el pelotero con el contrato más abultado de las Grandes Ligas.

Más allá de la nota al pasar del negocio inmobiliario, la indicación no puede ser más clara: Stanton no piensa ir a ninguna parte por el momento, ni su contrato estaría despertando interés en otras geografías, ahora que comienza a elevarse por encima de los $25 millones por temporada.

En cuanto al posible desmantelamiento, todo dependerá de la celeridad con que se realice la futura compra de la organización. Si sucediera en las próximas semanas o antes del fin de la contienda, muy seguramente el nuevo grupo propietario movería fichas con la vista puesta en el 2018.

Sin embargo, de dilatarse el proceso de traspaso de mando, ¿qué incentivo tendría Loria para desatar una cascada de canjes con el objetivo de competir en un futuro donde él y sus lugartenientes nada tendría que hacer? El tema de mejorar la granja y elevar los niveles de competitividad le tocará a los que vengan. Parafraseando al rey francés Luis XV: «después de mí, que venga el diluvio».

De modo que las posibilidades de un desmantelamiento ahora mismo se encuentran en un cincuenta por ciento, pero esa cifra es más que suficiente para crear estados de ansiedad y preocupación. Stanton puede comprarse un penthouse de lujo porque la cláusula en su contrato se lo permite. El resto del equipo se encuentra a merced de un destino indescifrable, que no pueden controlar. Así es difícil echar raíces.

Algo va a pasar. Stanton lo verá desde su vista panorámica de la Bahía de Miami, otros lo sufrirán en carne propia o se beneficiarán de los designios de dueños con -al menos se espera eso- un mejor sentido de dirección y visión de prosperidad deportiva. Por el momento, la venta de fuego es un rumor. Mañana puede ser una hoguera.

 

GG

 

Acerca de Oscar Posedente 12821 Articles
Periodista, locutor, actor y editor de Semanario Argentino y de Radio A de Miami. Director de Diario Sur Digital.