River sigue a paso firme en la Copa Argentina y se consolida como el máximo candidato. Tras vencer a Atlanta por 4-1 en tierras sanjuaninas, el Millonario logró la clasificación a semifinales pero además accedió a un récord histórico del certamen: lleva diez partidos ganados en fila, sin haber recurrido a la definición por penales.
Desde el inicio de la Copa que ganó en 2016, el equipo de Marcelo Gallardo acumuló solo victorias ante Sportivo Rivadavia de Venado Tuerto (3-0), Sportivo Estudiantes de San Luis (2-1), Arsenal (1-0), Unión (3-0), Gimnasia y Esgrima de La Plata (2-0), Rosario Central (4-3), Atlas (3-0), Instituto (4-1), Defensa y Justicia (3-0) y Atlanta (4-1). Además, acumula cinco partidos al hilo marcando tres o más tantos desde que le ganó al Canalla en la última final disputada en Córdoba.
En la presente edición, lleva 14 goles en cuatro partidos, con gritos de Pity Martínez (4), Ignacio Scocco (2), Ignacio Fernández (2), Lucas Alario, Enzo Pérez, Jonatan Maidana, Rafael Santos Borré, Exequiel Palacios y Marcelo Saracchi.
La estadística de Nacho Fernández, el goleador copero
-¿Estás al tanto de que todos los goles que hacés en River son en Copas?
-(Risas) Sí, es increíble. Acá en River por el torneo no hice ningún gol. Es una casualidad, ojalá me toque convertir un poquito más en el torneo también y no solo en la Copa Argentina o la Libertadores, ja».
La sonrisa a Ignacio Fernández en la zona mixta del Estadio San Juan del Bicentenario, luego del 4-1 de River frente a Atlanta. Es una particularidad que ni él puede creer: los nueve tantos que convirtió en el club de Núñez los hizo siempre en Copas y todavía no pudo gritar en el torneo local. Eso sí, cada vez que marcó, su equipo ganó.
Nacho lleva 67 partidos jugados en River, con nueve goles -cuatro por Copa Argentina y cinco por Copa Libertadores-. En la pasada edición de este torneo, gritó frente a Sportivo Rivadavia de Venado Tuerto (3-0) y Estudiantes de San Luis (2-1), mientras que en la actual convirtió ante Atlas (3-0) y Atlanta (4-1). En tanto, en la Copa Libertadores 2016 festejó por duplicado ante The Strongest (6-2) y, en la presente edición, le marcó a Melgar tanto en el 4-2 en el Monumental como en el 3-2 en Perú y luego le convirtió a Jorge Wilstermann en el 8-0 de los cuartos de final.
«Siempre es bueno llegar con confianza a estos momentos definitorios, el equipo está funcionando cada vez mejor y llegamos bien a estos dos partidos con Lanús. Hay que estar preparados para pelear en todos los frentes, más allá de quien juegue, hay un gran plantel para luchar hasta el final. Estamos todos en un buen nivel, pero siempre hay que seguir mejorando y progresando. Acá cualquiera puede jugar», comentó Fernández. «Es muy complicado pelear todos los frentes en el fútbol argentino, que es tan competitivo. Y nosotros estamos en dos semifinales de Copa y luchando en el campeonato, aunque estamos a seis puntos de la cima».
El 18 de octubre de 2017 será un día que Marcelo Saracchi nunca olvidará. Con 19 años, anotó su primer gol en el fútbol argentino en su sexto partido con la camiseta de River. Quizá por eso, el lateral uruguayo eligió festejarlo como le salió, sin ninguna preparación previa: definió con un gran zurdazo, miró hacia la popular donde se encontraba el público millonario, extendió y alzó sus dos brazos con las manos cerradas y luego se abrazó con Scocco, autor de la asistencia.
«Lo festejé como me salió, no tenía nada pensado. Esto es algo impresionante, una alegría enorme. Primero, poder llegar al área y estar ahí metido, participando en los goles, es importante por mi estilo que es más ofensivo que defensivo. Claro que si puedo aportar, mejor», destacó Saracchi, quien luego contó lo que habló con Scocco en el vestuario. «Hablé con Nacho después del partido y me dijo que ni me había visto, que me escuchó gritar. Yo creí que iba a patear al arco, como goleador que es».
Por otro lado, el defensor también comentó su adaptación al club y lo que pretende el técnico Gallardo de él. «Siempre hablamos con Marcelo (Gallardo) de que me trajo porque le gusta mi estilo, es el que pretende para su equipo. Además habíamos hablado antes del partido que yo debía atacar en ese sector porque ellos se volcaban mucho para el otro lado y quedaba el espacio. Por suerte pude llegar y convertir», señaló. «Me voy acostumbrando al fútbol argentino, este es otro nivel. Acá, sin importar de qué categoría es el equipo, te meten un ritmo muy parecido, no es lo mismo que lo que estaba acostumbrado en Uruguay. Por suerte encontramos el gol y ellos lo sintieron. Encima enseguida encontramos el segundo y fue un alivio, porque ellos estaban jugando bien. Se abrió todo con el gol».
GG
