“La mente todo lo puede”, “Lo que la mente quiere, es lo que sucede”.
Frases cómo estas están incorporadas en nuestro “creer” colectivo. Esto es porque venimos arrastrando de otras épocas la errónea creencia que la mente esta sobre el cuerpo. Los nuevos paradigmas demuestran constantemente que cuerpo y mente van de la mano. Se influyen entre si todo el tiempo y en esa relación que llevan, nosotros podemos ayudar y mucho. Aquí te dejo 6 actitudes que puedes incorporar para construir el camino que te lleve a tu meta tan deseada.
Trabaja en tu inteligencia emocional: debes estar en conexión con tus sentimientos. Pon atención en cómo te sientes y el porqué. Son muchas las personas que envueltas en la velocidad y en las ansiedades diarias, se sienten mal y no saben bien porqué. Se desbordan emocionalmente (lloran, se enojan, se entristecen, etc.) en otras situaciones que nada tienen que ver con lo que realmente les esta afectando. Es importante que sepas qué te esta sucediendo. Lo que te va ayudar a esa tarea es hablar de ello, tener empatía con los demás para estar en vinculación con las emociones de los que te rodean y tener un espacio para desagotar tus emociones. Los extremos son malos, no demostrar nada y expresar absolutamente todo, están en esa categoría.
Ejercita tu resiliencia: Hay personas que quedan estancadas en un problema y les comienza a ganar frases como “no puedo”, “siempre fallo” y algunas otras parecidas. Si estás en una etapa como esas, lo primero que debes saber es que te estas olvidando que has superado muchísimos problemas anteriormente. Que has transitado tu camino en base a que te has superado constantemente. Desde que naciste, pasando por todas las etapas de crecimiento de tu vida hasta el día de hoy, has superado muchas cosas. Es por eso que debes enfocarte en las soluciones y no en el problema en sí. Porque esa piedra en tu camino es sólo una circunstancia pasajera en todo lo que te espera por
venir.
Incorpora hábitos sanos: Beber a diario, que tu dieta la conforme sólo alimentos que ya se saben que hacen mal, pasar horas en tu computadora o dispositivos y quedarte devorando series completas no te van ayudar a mejorar tu realidad. Paulatinamente ve incorporando rutinas que te hagan bien en todos los aspecto. En la alimentación, en tu físico, en tu recreación y en tus relaciones. Ponte a trabajar! Pequeños cambios, hasta los imperceptibles, son de mucha efectividad si los vas sumando a diario.
Actitud positiva: Esto no tiene nada que ver con ir por la vida con una actitud positiva sin ver las circunstancias y los problemas que hay alrededor. Dificultades siempre van aparecer en todo nuestro camino. La idea es encarar las cosas con actitud positiva y así atraerás cosas buenas. Y no hablo en un plano esotérico, sino desde el plano plenamente humano. El estar con una buena actitud hace que los que te rodeen se contagien, y además, tu mente de forma consciente e inconsciente va a tomar, de forma natural, las mejores decisiones. En todas las columnas que escribo las termino con la frase “Cuando se quiere se puede”. No es un mantra que con sólo repetirlo las cosas se dan, es una actitud y una forma de ser.
Elije tus metas: es importante que sepas qué esta dentro de tus posibilidades para no ir detrás de metas imposibles que lo único que hacen es acumularse como fracasos. En todo momento debes preguntarte qué es lo que quieres, es importante que lo que hagas contribuya a esa “gran meta”. Lo que realices a corto y mediano plazo debe impulsar el avance en la dirección que elijas.
Medita: Para que los anteriores 5 puntos sean más fácil de ejecutar, el que estés en conexión contigo es fundamental. El meditar provoca eso. Logra que te conectes contigo y que puedas ver claramente lo que quieres y las situaciones que te rodean. Aunque sean 5 minutos diarios te van a servir, si puedes más mejor. El sentirte y verte bien es mucho más sencillo de lo que crees. Recuerda
#CuandoSeQuiereSePuede
