Cuando realizo los coaching personalizados, en el seguimiento que continúo luego del encuentro que tengo con la persona, veo que son muchas las que se concentran más en lo que sucede en su afuera, que en lo que sucede en
su interior. Con esto me refiero a que la solución la ponen en manos de otras personas o en situaciones que están fuera de su control. Hay casos que las personas están ciegas y aturdidas por tanta ansiedad y estrés por el ajetreo diario y no les queda tiempo para estar conectadas con su interior y así poder entenderse y entender mejor a su alrededor.
Y esta dinámica hace que haya efectos negativos en diferentes áreas de su vida. Es así que suelen tener muchas cosas sin terminar o sin definición. Se “entretienen con la lucha” de tratar de resolver los temas sin llegar hasta el final de las cosas y así es que se les va sumando aún más ruido a la vida diaria y se forma un círculo vicioso que termina
ahogando a la persona. En los seguimientos escucho muchas excusas que se repiten en varias personas. Por ejemplo,
-”no me dijeron que haga”-, -”me hicieron esto y por eso no pude”-, también está la otra: -”no hicieron aquello y por eso no pude”-, -”yo le dije pero…”-, -”mira lo que sucedió, que quieres que haga…”- y así tengo varias frases similares.
Siempre es algo externo que no las deja llegar a su meta o es alguien quien se mete en su camino que lo termina retrasando en sus planes. Si bien hay cosas que realmente no podemos controlar, si podemos elegir qué camino tomar y qué hacer con lo que nos sucede. Y es en este punto en el cual te debes concentrar y actuar estratégicamente para ir resolviendo tus asuntos y avanzar hacia donde quieras. La idea es que no te concentres tanto en las circunstancias que vives sino en trabajar en la conexión con tu interior. Porque cuando estás en conexión contigo, como consecuencia las elecciones que hagas, aún en situaciones adversas o con personas en contra, van a ser más acertadas.
Si no estás en conexión contigo en cada ocasión vas a dar “manotazos de ahogado”, que como mucho, te harán superar una circunstancia pasajera pero que se te repetirá constantemente en el futuro. El estar consciente con lo que sucede en tu interior, no es igual a desatender tus obligaciones diarias. Sino a encararlas de forma diferente. No es necesario que estés en un constante estado de meditación o nirvana sino el hacer simples prácticas diarias que construyan puentes hacia ti y de esta manera te puedas entender mejor y de a poco tengas más efectividad al momento de resolver un problema o elegir hacia dónde quieres ir.
Meditar es el mejor camino. Practicar la introspección diariamente hace que tu consciencia de tu ser sea más clara cada día. El conocerte y el aceptarte no sólo hará que tus decisiones sean las más convenientes para lo que quieras,
además, atraerás las situaciones y personas afines a ti. No encierres el momento de meditar sólo cuando tienes la mejor comodidad o el mayor silencio a tu alrededor, puedes meditar de pie con ruido alrededor. Practica el control
de la respiración. El control del aires oxigena al cuerpo y calma la mente y ese es el primer paso a la meditación.
Si lo puedes hacer aunque sea 5 minutos diarios sirve y el día que tengas más tiempo; mejor.
El sentirte bien es mucho más simple de lo que crees. Recuerda
#CuandoSeQuiereSePuede
