En lo personal, y lo dije muchísimas veces, sostuve que una vez que el kirchnerismo no esté en el poder, nos íbamos a enterar de hechos de corrupción inimaginables.
En honor a la verdad, a esta altura de la circunstancias, creo que nuestra capacidad de asombro se agotó hace mucho, incluso, mucho antes de que Crisitina deje de ser presidenta.
El punto es que hoy, todo lo que sabíamos, o en algunos casos sospechábamos, va saliendo a la luz y, lo más positivo, es que la justicia está actuando. Entre todos esos casos, en estos últimos días, varios han tomado relevancia.
Podríamos comenzar la lista con el FIFAGate, que si bien tiene varias aristas y no es un caso de corrupción exclusivo de nuestro país, debemos señalar que uno de sus mentores fue Don Julio Grondona, quien también fue otro de los artífices del Fútbol Para Todos. Un desfalco que además sirvió para propaganda al aparato K al mejor estilo fascista que nos costó a los argentinos $ 7.140,4 millones.
Si, Siete mil ciento cuarenta millones cuatrocientos mil pesos. Un verdadero despropósito que solo sirvió para que funcionarios del gobierno y dirigentes del fútbol argentino roben de una manera inédita en el mundo.Uno de los hechos notables, siguiendo con los casos emblemáticos de corrupción, es que Vandenbroele se haya convertido en “arrepentido” y colabore con la justicia. Dentro de este marco, declaró que Néstor Kirchner fue quien ordenó rescatar la imprenta Ciccone.
Ahora bien; esto, ¿nos asombra, nos sorprende? Claro que no, pero sirve para que la justicia siga allanando el camino hacia la verdad. Otro hecho que también debería haber ocurrido antes pero que, por más que sea tarde también es bienvenido, es la destitución del ex juez Eduardo Freiler. No es intención en esta nota ahondar ni analizar el porque ni el como de su destitución, solo decir que como lo anterior, por más que sea un poco tarde, a partir de ahora y con la nueva composición del Concejo de la Magistratura, casos como este podrán ser resueltos de manera mucho más efectiva.
Por último, llegamos a una de las grandes cuentas pendientes que tiene la Justicia para con todos los argentinos, llegar a la verdad sobre la muerte del fiscal Nisman, causa en la que Lagomarsino fue acusado de formar parte de un plan criminal para matar al fiscal.
Arrepentidos, hechos de corrupción, destituciones, traiciones y cartas que van y vienen acusándose unos a otros. No fue magia, es el resultado que nos dejó la década más nefasta y corrupta de la Argentina.
