El clásico de la cuadra

Pocos equipos de futbol que además son rivales, reúnen una condición básica, tienen sus respectivas canchas a tan solo 200 metros uno del otro. No hay en el mundo, ni en otros planetas. Y es así que el Cilindro, tiene a dos cuadras el Libertadores de América, y encima se encuentran entre la Calle Diego Milito que cruza a la calle Ricardo Bochini. Estas dos curiosidades hacen al Clásico de Avellaneda un caso único.

Cuentan que en Avellaneda las dos parcialidades se juntaban a comer y que solo son rivales cuando se enfrentan en el verde césped. Algo de eso, debe ser verdad, porque, que se recuerde, nunca hubo grandes incidentes dentro de Avellaneda una vez terminado el clásico. Claro que tampoco son todos carmelitas descalzas, siempre una acalorada discusión o una cargada puede darse después de cada encuentro, y hasta a veces antes. Veamos el caso de nuestro amigo el Bocha, que ante el encuentro siempre inmaculado de los lunes, y al ver que llegaba no del mejor ánimo su amigo Lucho, dijo inmediatamente, “ Cacho, una Coca Zero para mi hijo Lucho…”.

Dos cosas simplificaban ese pedido, posiblemente en estas horas Cocca vaya a presentar su renuncia, no como resultado del clásico sino como consecuencia de una pálida campaña, y como segunda cuestión el historial en la rica historia de ambas instituciones, muestra que el Rojo, le lleva 24 partidos a la Academia. Si vamos al partido en sí mismo, podemos decir que Racing mereció algo más, tal vez se pueda objetar el gol mal anulado al ‘Pulpo’ González, pero en líneas generales pudo haber salido más airoso si no era por la pelota en el poste de Martínez, o algún que otro tiro al arco bien controlado por el arquerito Rehak.

En cuanto al gol del rojo vino después de una grosera falla de un ex rojo, Víctor, que dejó a Leandro Fernández después de una estupenda corrida definir a un costado de Musso, arquero de Racing. En la semana hubo una linda iniciativa, en base a tal vez algún aire que va cambiando en el ambiente del fútbol. “Rivales no enemigos”, fue la campaña llevada a cabo por las dos Instituciones, mostrando en ella a los dos capitanes, Lisandro López y Nicolás Tagliafico, estrecharse las manos y dando un mensaje de paz.

Pronto se proyecta, parece, que vuelven los hinchas de la parcialidad visitante, esto será luego del mundial de Rusia. Pero alguien en la mesa dijo algo con respecto al buen comportamiento, y fue siempre el bueno de Tino, cuando se refirió al Sub 15 que obtuvo hace unos días el Sudamericano. Es que Argentina logró el Sudamericano Sub 15, realizado en San Juan, por primera vez en su historia. En la final derrotó a Brasil, luego de ir en desventaja por 2 a 0, logró dar vuelta el resultado y ganó finalmente 3 a 2. Pero parece que no solo es ganar, su DT, Diego Placente, con pasado en las selecciones de Peckerman, al igual que Aimar que fue su ayudante de campo, propuso no solo juego, sino lograr que los jóvenes evolucionaran y crecieran en poco tiempo.

Pero además les inculcó algo interesante, les dijo a sus jugadores que tenían que venir a jugar y a aprender, desdramatizó la derrota diciendo que perder no es un fracaso, y les transmitió lo importante de representar al país fuera del juego en sí mismo.

Y considerando esto les dijo que fueran educados y respetuosos, no solo dentro de la cancha sino también fuera de ella. Como anécdota y para corroborar esto no hubo ningún expulsado en el Sudamericano, y luego del triunfo y ante el requerimiento del periodista que pregunto al arquero de Argentina, Rocco Ríos, que le parecía el dolor de los brasileños, el adulto, es decir el joven, le respondió, “No, sin entrar en cargadas, estamos contentos”. Interesante respuesta, será que algo está cambiando, para bien, y que se entiende que el futbol es sólo un juego. Pero claro el que volvió al ruedo fue Tucho, que parece que recuperó, luego de una semana de no comer medialunas, a ponerse al día.

Porque el resultado de Boca no fue el mejor, aunque perdió ante Central en Rosario, segunda vez consecutiva, sigue puntero. A pesar de eso los puntos se acotaron, ahora su perseguidor es el Santo de Boedo, y ya no es tanta la ventaja. Raro también lo del millonario, porque en fecha adelantada en la semana derrotó claramente a Unión. Luego de lograr el primer gol y estar ganando, en una ráfaga de 10 minutos el Leproso de Rosario le hizo 3 goles, dio vuelta el resultado y finalmente se quedó con la victoria de visitante. Hubo errores groseros en el fondo de River, tanto el delantero Leal, como el precioso tercer tanto de Fertoli, hicieron descubrir diferencias notables de reacción y velocidad.

Es cierto que fue figura el arquero de Newell’s, pero indudablemente como se dijo, esos 10 minutos fueron fatales para River. Siguió Tino diciendo que su Santo de Boedo, a pesar de la distancia que le llevaba a Boca, ahora está a tan solo 3 puntos y que no olviden que tratándose de San Lorenzo, un Milagro puede aparecer. Otro que volvió a emitir sonidos de voz, fue Muzza, hincha del globito. Huracán siempre lo tiene en vela, pero esta vez se comienza a alejar de los puestos de descenso, lo cual tranquiliza y hace que el equipo vuelva a tener confianza, y se encuentre entre los primeros puestos, algo que no pasa hace mucho.

La mesa fue interrumpida por el vozarrón siempre vigente de Cacho, que al ver al Tano el Pizzero, dijo “un minuto de silencio para Italia que está muerto…”. Pero la mirada del pizzero no fue la mejor, y ahí no recordó nada de las buenas costumbres y las buenas formas, y con un potente “Mascalzone” hizo estallar de risa, a la mesa futbolera.

Acerca de Oscar Posedente 12821 Articles
Periodista, locutor, actor y editor de Semanario Argentino y de Radio A de Miami. Director de Diario Sur Digital.