Papá Lionel y la Superchica

El escenario era especial porque se avecinaban las fiestas navideñas, y como excepción este domingo por la mañana el Bar de Cacho estaba abierto. En ese contexto, se vio aparecer con un paquete, el cual contenía una gran torta de chocolate a Tucho, hincha del xeneize. Alguno del sexteto y el mismo Cacho preguntó si había un cumpleaños, pero ante el mutismo del gordo Tucho, nadie dijo más nada. Sin embargo, allá por atrás, porque todavía Cacho no aprobó que se sentara en la mesa con los demás, Ciro el estadista dijo, “che, que me dicen de la Superchica, ganó el Olimpia de Oro!!!”.

Y es cierto, nuestra Superchica, de tan solo 17 años, la tal Delfina Pignatiello, le otorgaron el premio a la mejor deportista del año, superando a algunos “conocidos” como Paula Paretto o Lionel Messi.

Sin embargo el periodismo todo reconoció a esta gran deportista, nadadora ella, que ganó todo con dos coronas mundiales en el Juvenil en los 800 y 1500 metros de nado. Es indudable, que si uno repasa su historia, más de una vez lo hemos hecho en esta columna, descubre que los logros no fueron casualidad, viene de una notable fortaleza, del esfuerzo diario y de la perseverancia. Hemos dicho también que no dejó de lado su rendimiento escolar, tal es así que le otorgaron un premio de honor. Por otro lado, se proyecta un interesante reto, en el 2018, para Delfina, se viene las Olimpiadas Juveniles, en la cual muchos la ven como la gran protagonista.

Luego de que le otorgaran el premio, y llegara a su casa a la 1.30 de la mañana, la protagonista de esta pequeña historia se levantó como todos los días a las 5 y luego comenzó su entrenamiento, apoyada por sus padres y su entorno familiar.

A la vez dijo muy brevemente, “Cualquier cosa que se propongan lo pueden lograr. Solo se trata de soñar y hace de esos sueños realidad”. Y no lo dice porque si, sino porque conoce el sabor del esfuerzo y luego la coronación.
Por último nuestra Superchica, le fue otorgada una beca en la Universidad de San Andrés, en Comunicaciòn Social, prefirió eso, a una beca en el exterior, ya que para ella es muy importante su entorno familiar.

Pero ahí mismo en este domingo especial, mientras Cacho preparaba el brindis, Muzza dijo “vieron el Real y Barcelona, que partidazo, que me dicen de Messi, ehhh”.

Lo de Messi, es raro, poco entendible para el publico Argento, pero sorprendente y magnifico a la vez.
Un periodista, Miguel Simón, en la transmisión que se vio ayer por TV, lo calificó, viendo la proximidad de la Navidad, como Papá Lionel, por eso nos atrevimos a tomar ese título en esta columna. Es extraño y sorprendente lo de Messi. Vimos un primer tiempo donde se la pasó caminando sin intervenir en el juego.

El entrenador de Real, prefirió dejar en el banco a su motor de juego, Isco, e introdujo a Kovacic, para hacerle marca personal a nuestro Papá Lionel. Extraño en Zidane, otrora gran jugador, que siempre propuso juego sobre obstruir el mismo, que piense en esto pero con los papeles invertidos.

El primer tiempo como se dijo, Kovacic lo seguía a todos lados a Messi, parecían una pareja de amigos que caminaban la cancha.
En ese marco, la iniciativa y las situaciones la tuvo el Real, con un incisivo Cristiano Ronaldo, que como dijo Muzza “tiene algo de Houseman, pero está lejos”. Recordemos que Muzza lo dice por su afán a ver a su globo siempre presente.

Sin embargo esa iniciativa hizo revolcar más de una vez al arquero del Barca, el Alemán Stegen, siempre seguro atento y no dando ventajas.
Pero como un raro pasaje, el segundo tiempo cambió, que habrá pasado en el vestuario? Uno piensa que Messi y el mismo Barca juega en lugar de futbol al ajedrez, espera su tiempo para atacar, para gritar jaque mate.

Y así fue, todo cambió a partir de una gran corrida en el callejón del cinco de Rakitic, como el tal Kovacic estaba preocupado por Lionel, encontró un callejón donde estaba libre, pelota al costado a Sergi Roberto, cruza el balón para el amigo Suarez, y listo misión cumplida.

A partir de allí fue todo del Barca, que se despertó de su siesta, y Papá Lionel apareció en toda su dimensión, con pases precisos, con jugadas de su estilo, si hasta el tercer tanto se dio el lujo de hacer un pase estilístico, sin su botín derecho. Es entendible que en estas tierras no lo terminemos de entender a Messi.

Porque aquí entendemos el fútbol de otra manera, queremos que un jugador corra y luego juegue, sino le decimos que es “pecho frío”, lo comparamos con el gran Diego, y también le pedimos que tenga carácter, entendiendo por eso que le discuta al árbitro, que este siempre con la sangre caliente tal como somos como pueblo.

Sin embargo Lionel es distinto, camina la cancha, estudia donde está la oportunidad, parece dormido pero no lo está, y cuando menos se lo espera, aparece en toda su dimensión. Un distinto, por eso fue bien bautizado por el periodista Simón, como Papá Lionel, cuando menos se lo espera regala magia.

En la mesa, ya se apresuraba el brindis, y todos reunidos en la mesa, incluso Ciro.
Y fue ahí, que la ansiada torta de chocolate que trajo Lucho, se puso en el centro de la mesa. El mismo Lucho, puso una velita, y se vio que también un escudo de Boca, ya ahí dijo “Se cumple un año que somos punteros, asique canten conmigo el cumple puntero feliz”. Pero claro, a eso lo dejaron solo, no así para comer y hacer desaparecer semejante manjar.

Acerca de Oscar Posedente 12821 Articles
Periodista, locutor, actor y editor de Semanario Argentino y de Radio A de Miami. Director de Diario Sur Digital.