Un buen inversionista nace o se hace?

Hace unos meses tuve la oportunidad de dar una charla para unos 260 estudiantes universitarios. Todos ellos descendientes de familias  latinas o inmigrantes latinos de primera generación. Un mes antes de la charla, se les envió la invitación con una pequeña reseña mía; en la que sugeríamos que leyeran la mayor cantidad de mis artículos semanales posibles, para que se familiarizaran antes del evento con el expositor, y para que completaran un cuestionario con los temas de los que más les gustaría hablar y desarrollar.

Más del 50% respondió que le interesaba mucho hablar de inversiones, y por esta razón es que hoy vuelvo a escribir sobre este tema. Fue una charla de más de tres horas que resumiré en este artículo. Lo primero que comencé diciendo es que un buen inversionista se hace y no se nace. Mucha gente cree que se nace, simplemente porque si
el padre o la madre han sido buenos inversores, entonces el hijo hereda sus dotes.

Se concluye a mi parecer erróneamente que viene en los genes, pero no es tan así. Mi hipótesis es que el hijo es tan bueno o mejor inversionista que los padres, simplemente porque en casa desde pequeño se le enseñó, primero de la importancia de ahorrar y luego de la necesidad de invertir bien, independientemente de lo que sea en su vida y de lo que aprenda en la escuela. Una vez que el niño, entiende y lleva esta importante  información al subconsciente, se debe hace mucho más fácil, que el joven sienta interés por las inversiones y tome más decisiones acertadas.

Algunas veces lo peor que le puede pasar a un niño o joven es tener excelentes notas en la escuela y hasta ser considerado más inteligente que el resto, a lo que se le llama en Estados Unidos (Gifted). En esas instancias los padres y el mismo joven creen que ya se tiene el futuro asegurado y que sólo deben esperar que termine su carrera universitaria para comenzar a disfrutar de la vida y tener mucho dinero.

Las estadísticas en diversos planos y culturas han demostrado que no es así necesariamente, ya que muchas veces un porcentaje de esos alumnos modelos, terminan trabajando doce horas al día para una buena empresa con un buen sueldo, pero nunca les permite llegar a la libertad económica y entran en el ciclo vicioso del que pertenece el 90% de la población, en el que viven endeudados y sin poder independizarse. Ser esclavos de su profesión se transforma
en un hecho, y lamentablemente en muchos casos nunca llegan a saber lo distinta que hubiese sido su vida, si hubiesen invertido tiempo en aprender a invertir y a manejar su dinero.

Tenga en cuenta que para que alguien pueda hablar de inversiones, primero debe convertirse en inversor y demostrar que sabe lo que hace, luego si tiene más o menos dinero que otro inversor es secundario. Usted no debe buscar a un mentor por la cantidad de dinero que tenga, sino con un criterio de buscar a la persona que haya cumplido las metas que usted quiere cumplir y que le inspira confianza porque puede demostrarle que hizo el dinero sabiendo invertir sus utilidades.

Yo personalmente pagaría, por poder compartir un día con personas como el Sr. Carlos Slim, el Sr. Jorge Pérez
o el Sr. Estefan, entre otros, sin duda seria una excelente inversión que me haría recuperar y multiplicar el dinero invertido. Es muy difícil llegar a ser millonario sólo trabajando una jornada regular. Debe aprender a tener la conducta de ahorrar, y saber cuándo arriesgarse e invertir. Una de las tantas diferencias entre un millonario y un empleado, es que el millonario no tiene miedo a cometer errores o malas inversiones, mientras que los empleados a sueldo fijo tienen por lo general un pánico al riesgo de perder el cheque seguro y a cometer equivocaciones.

Sin malas inversiones, sin errores, sin riesgo, nunca aprenderá a ser un inversionista profesional y triunfador. “Recuerde que, si consigue ser un buen inversionista, el  dinero trabajara para usted, en vez de que usted trabaje para el dinero. El consejo más sencillo para los jóvenes fue comenzar a ahorrar una parte de lo que ganan cada mes, sin excusas o excepciones. No importar lo que usted gana, debe empezar a ahorrar 10% de su sueldo cada mes. Aprenda a apretarse el cinturón. Es un hábito como cualquier otro.

Una vez que consiga llegar a esta meta elemental, podrá comenzar a invertir y a edificar un futuro brillante, comprenda que la educación es necesaria y es indiscutible que debe terminar la universidad, pero debe ir de la mano, con la educación financiera que la escuela por lo general hasta ahora no le enseña y está en usted aprenderla, si quiere una vida de excelencia.

Padres: ¡Si invirtieron tanto dinero y esfuerzo en conseguir que sus hijos se gradúen de una universidad, hagan un esfuerzo extra y envíenlos a seminarios de negocios y motivación financiera, será la mejor inversión que pueda hacer, se lo garantizo!

¡Hasta la próxima semana! Daniel Rutois
Motivador financiero & Ne ociador
www.hispanoexitoso.com

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Daniel Rutois es Motivador financiero & Negociador puede obtener mas información en  www.Floridainvestments.com