El saber esperar trae éxito a tu vida

Lo natural es esperar. Esta frase parece una locura en la época en que vivimos. Hoy en día gracias a la velocidad de todo y a la hiperconectividad que existe en nuestros días, todo lo pretendemos rápido y aún más; de forma inmediata.

Si a esto le agregamos la presión de la efectividad, logramos hacer un cocktail explosivo para la salud. Se espera de nosotros y esperamos de los demás inmediatez y efectividad. Así como la naturaleza es paciente para lograr su desarrollo, de igual manera deberíamos hacer nosotros. Cuando la persona esta atrapada por las ansiedades y el nerviosismo que produce el no saber esperar, deja de ser libre. Está constantemente con su atención rebotando fuera de los temas esenciales de su vida, desconectada de su “ser” y del presente. Eso la deja desarmada ante la vida.

El autocontrol es la llave que abre la puerta de salida de este paradigma. No se puede pretender estar en tranquilidad con uno mismo y acumular un mayor número de momentos de felicidad si estamos atravesados por constantes pulsiones de “inmediatez” al querer obtener o dar resultados positivos. Es imposible.

Es por eso que se debe salir de ese paradigma e incorporar otro donde puedan convivir el cumplimiento de nuestras obligaciones, el poder disfrutar de nuestros placeres y el bienestar de nuestra mente y cuerpo. En el paradigma de la inmediatez, cuando se sugiere el autocontrol, es tomado como si el auto-regularse es significado a dejar de disfrutar y hacer aquellas cosas que son placenteras y gustan. Es sinónimo de represión absoluta.

Y eso no es lo que se quiere decir cuando uno sugiere que debes saber esperar y controlarte. Construimos una sociedad de consumo que da gratificaciones de forma inmediata que, además de ser premios de corto plazo, estimulan a la impaciencia. Y así como el hámster corre en su rueda, son muchos los que están sin darse cuenta en la misma situación.

Si bien “el saber esperar” estimulado desde corta edad es mejor, no importa la edad que tengas, es algo que puedes aprender e ir incorporándolo a tu vida. Pequeñas prácticas en la cotidianeidad y de forma diaria te van ayudar. Por ejemplo, el saber esperar un momento antes de dar una respuesta impulsiva que hasta puede producir daños irreparables.

Si esperas aunque sea el tiempo que te lleva aspirar aire y exhalarlo, puede traerte otros resultados al momento que quieras comunicar algo. El estar conectado contigo también es importante al momento de escuchar. Si no estas con la mente clara al momento que te están hablando o requieren algo de ti, es bueno comunicarlo para dejarlo para otro momento o para que te lo repitan y te tengan paciencia. Cosas tan sencillas como estas traen enojos y discusiones innecesarias si no se manejan bien.

En las redes sociales son cientos de chistes (memes) sobre los malos entendidos que a veces trae el whatsapp. Esto también se produce cuando se esta interactuando presencialmente con otra persona. Si sabes esperar, transitar los procesos y aprendes a estar en conexión contigo para saber exactamente qué es lo quieres, todo se te volverá más claro y cada paso que des hacia tus metas será el definitivo.

Naturalmente vas aprender a dar de ti de mejor manera a los demás y eso mismo lo verás reflejado en lo que recibes de ellos. Si incorporas este paradigma a tus días, el éxito no tardará en venir. El sentirte bien es mucho más sencillo de lo que crees.

Recuerda #CuandoSeQuiereSePuede
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Acerca de Oscar Posedente 12821 Articles
Periodista, locutor, actor y editor de Semanario Argentino y de Radio A de Miami. Director de Diario Sur Digital.