Una noche donde la risa y la emoción fueron protagonistas. Sabrina Olmedo realizó con gran éxito el jueves pasado la única función de “La hija de Olmedo”, aunque a decir verdad, yo no estaría tan seguro de que no se repita.
Una muy buena concurrencia de público brindó un marcó ideal para que esta gran actriz desplegara todo su talento en el escenario de la sala principal delTeatro Trail.
Haciendo referencia a las experiencias que los hijos famosos viven durante las diferentes etapas de sus vidas, Sabrina, se ocupó de recrear las de ella de manera muy simpática, así fue desandando ese camino junto al capo-cómico desde el jardín de infantes hasta el trágico momento en que su padre, Alberto Olmedo perdiera la vida.
Como broche de oro, y en un montaje impecable, se dio el gusto de trabajar junto a su padre en una de sus películas y que el público pudo apreciar en una pantalla gigante dispuesta en el escenario.
Un buen sonido y efectos que ambientaron cada segmento fueron el complemento ideal para resaltar la ductilidad y el histrionismo de Sabrina Olmedo que sigue demostrando ser una de los mejores exponentes artísticos argentinos en Estados Unidos.
