Roger Federer, la emoción, sus lágrimas y sus 30 finales de Grand Slam

Su Majestad disputó en el 2003 su primer título grande y no paró más.

A los 36 años y con dos décadas de carrera profesional sobre sus espaldas, Roger Federer se quebró como un chico. Se puso a llorar mientras el Melbourne Park lo ovacionaba. Y no era para menos. La ovación, sí. Es que tras vencer a Marin Cilic, el suizo sigue acrecentando su leyenda y escribiendo su nombre en la historia del tenis con marcas de todo tipo. En la edición 2018 del Abierto de Australia, sumó un nuevo hito. Como si haber llegado a su 30ª final de Grand Slam fuera poco, logró su 20° título en los cuatro grandes.

El ex número uno del mundo se transformó además en el primer jugador con al menos siete finales en tres Majors diferentes, ya que jugó también once en Wimbledon y otras siete en el Abierto de Estados Unidos. En tanto en Roland Garros, dominio de Nadal, su clásico rival, llegó a esa instancia en «sólo» cinco oportunidades.

Todo eso sin contar que sumó su sexto trofeo en Australia para igualar el récord que comparten Novak Djokovic y Roy Emerson, quien llegó a esa marca antes de la Era Abierta.

Federer tenía 21 años, el pelo largo y estaba quinto en el ranking cuando disputó por primera vez la definición de un Grand Slam. Fue en julio de 2003, cuando venció a Mark Philippoussis sobre el césped londinense. Hace unas horas, tras su victoria en las semis ante Chung, rememoró ese partido con algo de nostalgia. «Recuerdo cómo fue para mí esa final y ganar ese primer trofeo en Wimbledon 2003. Sacudió mi mundo y fue uno de los mejores momentos de mi vida. Me encantaría estar de nuevo en esa posición y poder vivir otra vez esa sensación de tratar de ganar mi primer Grand Slam», afirmó.

Después de ese primer triunfo en Londres, Federer ganó la siguientes seis finales que jugó en Grand Slams. En 2004 se llevó el Abierto de Australia, Wimbledon y el US Open, al año siguiente repitió el festejo en tierras británicas y estadounidenses y en 2006 volvió a consagrarse en Melbourne.

Su primera derrota fue en Roland Garros 2006, ante Nadal, el rival que más veces lo doblegó en la instancia decisiva de un Major. Junto al español, Federer protagonizó inolvidables batallas. Como en Wimbledon 2008, cuando Rafa lo venció por 4-6, 4-6, 7-6 (5), 7-6 (8) y 7-9 y le cortó una racha de cinco títulos consecutivos en Londres. O en Australia 2009, que terminó con otro triunfo del mallorquín en cinco sets.

O la que jugaron el año pasado sobre el cemento del Melbourne Park, que quedó en manos de Federer y marcó el comienzo de una temporada inolvidable para los dos.

En los últimos quince años, el suizo se dio el gusto de jugar finales en todos los Grand Slams y en todas las superficies, y superar a rivales de renombre. Marat Safin, Andy Roddick, Andy Murray, Nadal, Djokovic y hasta el gran Andre Agassi lo sufrieron en la ronda decisiva de estos torneos. Pero sólo tres jugadores pudieron vencerlo. Nadal, que le ganó seis, Juan Martín Del Potro, una, en Nueva York en 2009, y Djokovic, tres, en Wimbledon 2014 y 2015 y en Estados Unidos ese último año.

 

La última final que había disputado Federer había sido en Londres, en julio del año pasado, justamente ante el mismo rival que enfrentó este domingo. En ese partido, Cilic sufrió ampollas en el pie izquierdo y terminó cediendo en tres sets. Hoy, la realidad del croata es otra. Pero con Roger no se puede.

«Si llegó tan lejos es porque se siente muy bien. Todos vimos el gran partido que jugó contra Rafa y contra Kyle Edmund en semis. Tiene potencia, tiene un gran tenis y es una gran persona. Y siempre sale a la cancha con actitud ganadora. Como en las semifinales en Nueva York en 2014. Me aplastó en ese partido (fue victoria del croata por 6-3, 6-4 y 6-4). Y seguramente haber tenido dos días libres y un duelo de semifinales que no fue tan duro lo va a ayudar mucho para llegar fresco y listo la final. Así que veremos que pasa. Ojalá pueda llevarme el título. Sumar el 20° sería increíble», había dicho Federer, que ya lidera por 9 a 1 el historial de enfrentamientos oficiales con Cilic.

Aunque el cruce más reciente entre los dos finalistas de Australia ocurrió fuera del circuito, en noviembre pasado en Maldivas. «Fue rarísimo. Yo estaba de vacaciones allí y él llegó un poco después. Los dos estábamos buscando un compañero de entrenamiento y terminamos juntándonos para practicar dos veces. Y la pasamos muy bien. Sin entrenadores, sólo nosotros dos peloteando. Y después fuimos a comer en familia. Fue divertido», contó entre risas Federer, el hombre record del tenis que volvió a hacer historia en Melbourne.

 

GG

Acerca de Oscar Posedente 12821 Articles
Periodista, locutor, actor y editor de Semanario Argentino y de Radio A de Miami. Director de Diario Sur Digital.