“Señores el pibe ya tiene 21, brindemos por su mayoría de edad, ya puede tener su negocio propio”, así empezó la cosa en la mesa futbolera, la frase no podía ser de otra persona, el gordo Tucho se regodeaba de risa, ante la mirada seria y nada risueña de su amigo Tincho.
Es notable la distancia entre uno y otro equipo, tal vez no haya habido tanta, desde hace mucho tiempo. Pero claro que si hablamos de juego los dos equipos tuvieron algunas dificultades que los hacen al menos parecidos en algunos aspectos y diferentes en otros.
River mostró en su primer tiempo serias dudas, sobre todo en lo que fue desde atrás al medio, nunca se pudo acoplar al juego y al acople que aporta Ponzio, el nuevo jugador Zucculini, no tuvo participación y si la tuvo lo suyo fue muy carente de juego y de posición. Detrás de ellos, los errores de los marcadores centrales, sobre todo de Martínez Quarta, muy grosero sobre todo en el segundo gol de Godoy Cruz, entregándole una pelota a Garro que este cedió entre líneas a Santiago García, en posible posición adelantada, logrando ampliar la ventaja.
River sintió el impacto después de eso, y como consecuencia del amor propio y de algún crecimiento de Rodrigo Mora, pudo reaccionar. No le fue fácil, tal vez vimos allí despertar al Colombiano Quinteros, y luego con algún esfuerzo logró la igualdad.
Boca es puntero solido, pero en el debe tiene algo que busca en los últimos partidos y no consigue, eso que se llama “juego”.
Si bien gana, lo de ayer fue pobre, si tenemos en cuenta que enfrentó a un Banfield que piensa más en su repechaje en la Copa Libertadores, y no tanto en el torneo local, ayer de hecho jugó con suplentes.
A pesar de esto, a Boca, como se dijo, le costó. Al tener su motor de juego, lesionado, hablamos de Pablo Pérez, recurrió ayer a un reemplazo, el Bébelo Reynoso. El ex T, le falta un tramo para acostumbrarse a Boca, todavía siente el cambio, y solo lo salva a Boca, la solidez defensiva.
La distancia sigue siendo grande entre Boca y el resto, solo el San Lorenzo de nuestro amigo Tino, el canillita se le acerca, ya que con un partido menos esta a 9 puntos. Por eso Tino, dice “che, no te hagas el canchero, mira que faltan 12 de fechas, 36 puntos, no sea cosa, que les pase como aquel campeonato que se los birló el pincha, ehhh”
Todo puede ser en el futbol, más en el nuestro, donde siguen apareciendo buenos valores, como por ejemplo los 5 goles que le metió Rosario Central a un deslucido Olimpo, allí hizo un triplete de goles un pibe Lioi, que encima juega de carrilero por derecha, es decir número 8, y que convirtió para todos los gustos.
También y hablando de San Lorenzo, podemos decir que este no se cae, todo lo contrario presenta pelea, un golazo de Rubén Botta, hizo estallar al Nuevo Gasómetro, y no está lejos, si pensamos que Boca tiene una serie de compromisos en el corto plazo que le pueden quitar algunos puntos y protagonismo en el campeonato local.
También podemos decir que es muy interesante lo de Godoy Cruz, ayer lo complicó achicándole espacios a un perdido River en el primer tiempo, tiene buen juego, sabe ser protagonista, no se achica al rival y puede complicar en los últimos partidos de este campeonato, tiene con que, si se anima y confía en sus atributos, un encendido e interesante Garro y un goleador implacable como lo es Santiago García, puede arrimarse a la pelea del título.
La T de Córdoba, ya no es sorpresa, no perdió puntos en su visita a San Juan, y eso es importante, la famosa media inglesa, es decir ganar en casa, y empatar de visitante le está dando buenos réditos.
Algo hay que decir del Michael Jackson del futbol, es decir, del Ricky Centurión, tanto en los festejos de los goles, con ese bailecito contagioso, y en el juego cuando deja la bola quieta y pasea sus pies, no sabiendo el defensor para donde encarará finalmente. Racing viene creciendo de la mano de una propuesta más jugada, más ofensiva, una delantera fuerte, y dos cerebros que vinieron de otros rumbos y que le aportan pausa y tiempos, hablamos de los dos Nerys, Cardozo y Domínguez.
Independiente, parece no rendirse, pero a veces surgen algunos desacoples y esta más mentalizado en su compromiso por la Recopa que definirá este miércoles el campeón.
En su compromiso de ida en Avellaneda, y con uno menos por la expulsión de Gigliotti, mostrò ese plus que tiene esta Institucion cuando tiene un compromiso de Copa, por algo ese espíritu copero, para deleite de nuestro amigo Bocha, que dice “nosotros estamos en otra, la Superliga viene después que nuestras Copas Internacionales, ahora vamos con todo en Brasil, van a ver…”
Y puede ser, el rojo se la juega toda, tiene espíritu, sabe que puede revertir el resultado.
En cuanto a Boca y a River, será harina de otro costal, pero a pesar de las diferencias de puntos, tienen muchas cosas parecidas, y entre las cuales se encuentran dos entrenadores, con mucha historia en ambos equipos, y que saben lo que es jugar allí, la esencia y el espíritu que le transmiten a sus futbolistas, denotan sus pasado como jugadores.
Ambos, Gallardo y Barros Schelloto tienen mucha riqueza de su pasado, y desde allí construyen un presente fuerte en sus equipos.
Por eso, Ciro, el estadista, dijo “la semana que viene les voy a presentar una estadística de los dos entrenadores de Boca y de River, van a ver, se van a sorprender…”, ante la mirada algo desconfiada de Cacho y de sus muchachos.
Esperemos ese informe, por ahora como dice Cacho, ambos River y Boca, “son parecidos diferentes…” veremos a que se refiere.
