Por Roxana Belda – Alejandro Itkin
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En este ciclo de entrevistas a personajes reconocidos en su rol de líderes en su industria, entrevistamos a Arturo Puig, actor y director de TV y teatro, con más de 50 años de experiencia en el mundo artístico.
Generalmente, en este mundo hay personajes con egos enormes. ¿Como manejas esa faceta del actor cuando dirigís?
Por suerte no he tenido muchos problemas con eso. Yo tengo la técnica de juntar a todos los actores en mi casa, leer el guión todos juntos e ir agregando o quitando líneas de acuerdo al contexto. Mi experiencia como actor me permite saber que funciona y que no funciona y los actores entienden eso. De todos modos, el director siempre debe escuchar al actor para saber en que se siente cómodo y en que no. A mí me ha pasado que un director me ha dado instrucciones que yo no sentía y por eso creo que el diálogo es fundamental para superar esas diferencias.
– ¿Te pasó que dos actores se peleen entre ellos durante los seis meses que dura la obra, por ejemplo?
– Sí, eso me ha pasado. Tanto en TV como en cine o teatro, en el detrás de escena es fundamental que haya armonía porque si la química se rompe y hay algún tipo de conflicto, eso trasciende la pantalla y se siente en la obra. Es muy necesario que el elenco se lleve muy bien y además haya felicidad en lo que hacen. Sino, se nota mucho. Es más, me ha pasado que cuando hubo un conflicto muy fuerte atrás, el proyecto no ha funcionado.
Como director he tenido que interceder en conflictos, hablando con uno, con el otro y a veces con los dos juntos para limar asperezas para solucionar conflictos porque como director, ese también es mi rol.
– Como conductor de equipo, debes tener que ser un poco de psicólogo de alguno de tus actores, no?
– Sí, por supuesto. Uno debe utilizar mucho la psicología para ir conduciendo a los actores porque son seres humanos, y además sé que los actores somos muy débiles en ese sentido. Como nuestro arma de trabajo son los sentimientos, hay que tener mucho cuidado en como se dicen las cosas para no herir. A veces una palabra a uno lo puede paralizar y puede pasar que ese actor no rinde lo que podría rendir si uno no dirige bien la situación.
– ¿Los actores leen las críticas de sus actuaciones o prefieren evitar leer ciertas cosas?
– Yo creo que sí, que las leen. El que te dice que no, está mintiendo. Yo creo que las críticas, por más que sean malas, es interesante leer la visión de alguien que supuestamente entiende de teatro. En muchos casos los críticos han tenido razón y en muchos otros, no han entendido la obra o lo que uno ha querido hacer.
– Lo bueno es que el teatro te permite esa revancha cada vez que la haces. En cine, una vez que se estrenó la película, no podés corregir nada.
– Si, claro. En realidad, para mí, la obra está redonda y sale bien recién al mes de haber debutado. Los actores empiezan a sentir lo que le pasa al público, con que líneas se ríen y con cual no, si es un drama donde están los silencios más pronunciados. Recién después de un tiempo, la obra se termina de cocinar.
– ¿Como es el día del estreno?
– Wow!. Ese día es muy especial. Uno está realmente muy nervioso, en un estado casi de locura por no saber como será la reacción del público. Algunos los manejan mejor que otros, pero todos estamos nerviosos ese día.
– ¿Alguna vez haz tenido que utilizar tu talento como actor para alguna situación de tu vida personal?
– No, para nada. Es más, el actor siempre tiene un libreto, en cambio en la vida diaria ese libreto se escribe en el acto. He leído libros de actores muy importantes, y los que más me han gustado son los que cuentan que cuando terminan la actuación, vuelven a ser ellos mismos inmediatamente.
– Si un actor decide que la obra no le está gustando, o que algo no está funcionando bien, pero todavía le quedan tres o cuatro meses de actuación, ¿Cómo se motiva para ir a hacerla todos los días?
– Los contratos actuales le permiten al actor dar diez días para retirarse de la obra. Pero si necesita el dinero porque es su trabajo principal, a eso le llamamos nuestro “pan amargo”. Hay que aguantar y sacar lo mejor de la situación. Por eso es muy importante todo el trabajo previo, para que todos se aseguren esa felicidad en lo que estamos llevándole al público.
– ¿Sentís que en tus comienzos, el ascenso a la fama era mucho más gradual, en cambio hoy podes hacerte famoso de la noche a la mañana con un video de YouTube?
Si, obvio. Hoy en día la fama es más fácil de alcanzar, pero también más efímera. Lo importante es saber elegir bien los trabajos que vas a hacer y disfrutarlos. El éxito es extraño. Me ha pasado que obras que creía que no funcionarían triunfaron y otras que pensaba que eran un éxito han pasado rápido al olvido. Lo importante es disfrutar el camino y no estar pensando en el éxito.
