Quilmes ya cuenta con casi 800 rampas nuevas en sus veredas y, así, se consolida como una ciudad más accesible y, por lo tanto, más inclusiva. El proyecto se inició en Octubre del año pasado y se completará próximamente cuando se alcancen las 1.012. La iniciativa apunta a facilitar la circulación de las personas con movilidad reducida o discapacidad y los adultos mayores. En este sentido, el intendente Molina destacó la importancia de que todas las personas puedan transitar de manera segura y disfrutar del espacio público.
A su vez, el jefe comunal remarcó el apoyo del Ministerio del Interior, Obras Públicas y Vivienda de la Nación para poder realizar la obra y agregó “hay un verdadero trabajo en equipo que nos permite llevar al territorio políticas igualadoras para que todos los vecinos estén cada día mejor”
Ubicadas en puntos estratégicos de la ciudad, a la hora de planificar la obra se priorizaron los espacios con mayor circulación como plazas y parques, el casco histórico, oficinas públicas, hospitales, establecimientos educativos y centros comerciales, entre otros lugares.
Desde la Secretaría de Desarrollo Urbano y Obra Pública local detallaron que ya se construyeron 396 en Quilmes centro; 152 en Bernal; 135 en San Francisco Solano; y 44 en Ezpeleta, localidad donde restan ejecutar 122. Además, el proyecto incluye otras 163 en sectores particularizados, de las cuales ya se terminaron 62.
Finalmente, el equipo técnico del área informó que las rampas son de hormigón armado con malla de acero, la terminación superficial se realiza con carpeta fratasada y se enmarcan en una franja de baldosas táctiles para facilitar la accesibilidad a las personas con visión reducida.
