Divas de la radio

En la década de los 70, con el nacimiento de las emisoras de frecuencia modulada (FM). Charlamos con dos de esas verdaderas “divas de la radio”, Nora Perlé y Betty Elizalde, y con la que podríamos denominar a una de las que hoy más representa ese estilo y es, de alguna manera, su sucesora, Florencia Ibáñez.

En la década de los 70, con el nacimiento de las emisoras de frecuencia modulada (FM), aparecieron FM Del Plata y FM Rivadavia, produciéndose una diferenciación, si se quiere, entre los estilos de radios AM y radios FM; unas dedicadas principalmente a la información, y otras a la música y un estilo de tonos bajos y sensuales.

En la FM, se crean influyentes programas musicales nocturnos, como Modart en la noche o Las siete lunas de Crandall, con locutoras femeninas como Nora Perlé, Betty Elizalde, Nucha Amengual y, posteriormente, Graciela Mancuso, creando un nuevo estilo en la locución.
Charlamos con dos de esas verdaderas “divas de la radio”, Nora Perlé y Betty Elizalde, y con la que podríamos denominar a una de las que hoy más representa ese estilo y es, de alguna manera, su sucesora, Florencia Ibáñez.

Nora Perle cuenta con una extensa y exitosa trayectoria y sin duda, uno de los programas más emblemáticos que condujo fue “Las Siete Lunas de Crandall”, con una permanencia de dieciséis años en el aire. Por la conducción de este programa recibió en cuatro oportunidades el premio Martín Fierro, el premio EUDEBA en 1988 y el Premio Malvinas Argentinas, otorgado por el Honorable Senado de la Provincia de Buenos Aires.

“En la época en la que nos recibimos, Nucha, Betty y yo, las mujeres estábamos bastante relegadas respecto a los varones; por ejemplo, no conducían programas, acompañaban al conductor y principalmente “vendían”, y lo hacían con un tono alto y fuerte, y eso nosotras no lo hicimos nunca. Éramos discretas, femeninas, cada una con el estilo que tenía, ya que éramos muy distintas. Betty era una chica muy intelectual, una excelente profesional, y yo era más infantil, si se quiere… más ingenua y más elemental también; y Nucha se destacaba por tener un sensualidad tremenda.

Si bien teníamos estilos muy parecidos, y nos diferenciábamos del resto porque hablábamos en un tono mucho más bajo que el resto, éramos las tres muy distintas”, recuerda Nora Perlé, y agrega: “Al principio, el público en general nos recibió de muy buena manera, era algo nuevo y muy distinto a lo habitual, que le gustaba mucho a la gente. Lógicamente, los hombres se sensibilizaban, porque éramos mujercitas muy jóvenes cuando nos recibimos, teníamos 19, 20 años, de modo que esa cosa joven y delicada para hablar era una algo nuevo en la radio, que generaba especialmente en los caballeros un atractivo muy especial.”

Betty Elizalde debutó profesionalmente a los 18 años, y a lo largo de su extensa trayectoria hoy es considerada una de las voces clásicas de la radio, creadora de un estilo. Tuvo a su cargo varios programas, tanto en radio como en televisión, entre los que se cuentan emblemáticos títulos de la década del 70, con el nacimiento de la frecuencia modulada como por ejemplo El Buen Día (Radio del Plata), La Burbuja (Radio Belgrano), el inolvidable Las Siete Lunas (Radio Continental), Estudio Fiat y Y a mí por qué me escucha (Radio Splendid).

Betty Elizalde, asegura que “La revolución que nosotras hicimos fue, en realidad, la aparición de la radio conversada, que dejó de ser distante para el oyente para acercarlo. Fue un cambio de estilo, más que un cambio de voces. El programa que irrumpe, en ese estilo, es “Las siete lunas de Crandall”, y después aparecieron otros conducidos por hombres, inclusive, como “Modart en la Noche” con Pedro Aníbal Mansilla. Tal es así que posteriormente, Radio Del Plata copia ese nuevo estilo que marca toda una época”.

Al ser consultada sobre las diferencias entre la radio de décadas pasadas y la actual, Betty Elizalde opina: “La verdad es que mucho no me gusta como se hace radio hoy, pero entiendo que los tiempos cambian, que todo se modifica. Así como yo dí el puntapié inicial haciendo un programa sexy como Las siete lunas, y las viejas locutoras me querían matar, hoy puede ser que pase algo parecido. Los cambios cuestan, y lo que ocurre es que antes la radio la hacía gente que se preparaba para hacer radio, y hoy la gente va a hablar a la radio, y no tienen ningún interés en crear un clima, nadie se preocupa porque sea audible lo que dicen, no toman en cuenta las normas elementales de la radio, y eso no pasa por nuevo o viejo.

Los programas de hoy son todos parecidos, hay un especialista en economía, un especialista en deportes, otro de espectáculos y el conductor; todos tienen el mismo esquema. Hay una falta notoria de profesionalismo, de especialización. 

Noto a la radio de hoy muy personalista, muy soberbia, todos saben todo, todos opinan de todo y todos son los dueños de la verdad, y veo que viven muy pendientes de dar el salto a la televisión”, concluye.

No podemos dejar de recordar a quien fuera algo así como la continuidad de estas excelentes profesionales, la recordada y querida Graciela Mancuso. Por lo tanto, reproducimos parte de la nota que que le hicimos en marzo de 2008.
Graciela “Grace” mancuso ingresó a Radio Rivadavia en 1972 participando en programas como “Fontana Show”, “Rapidísimo” y conduciendo “Una voz en el camino”.

A partir de 1977 condujo en radio ciclos tanto de música rock, como de interés general, destacándose Experiencias (con la participación de Roberto Pettinato y Miguel Grinberg), Sonrisas, Entre nosotros, Frecuencia 2000, Vuelo nocturno, Boomerang, El regreso, Latitud 2000, La mañana, Estudio playa, Diálogos de fin de semana, Hoy conmigo o Mujeres son mujeres, entre otros.
En aquella nota, “Grace Mancuso” nos decía: “Para mi la radio es el mejor puente comunicacional que existe. Es estar, compartir, es sumar y es escuchar también. Hay que saber escuchar a los oyentes, pero también soy de las que creo que no hay que darle a los oyentes lo que los oyentes quieren escuchar. En una radio tiene que haber alguien que diga esto me gusta y que del otro lado el oyente lo elija y diga con esto me quedo.
En los últimos años fue muy fácil hacer radio. Das al aire un número de teléfono y que la gente hable, entonces, para que queremos un director artístico en una radio?”.

Al ser consultada sobre cuando fue el momento donde empezaba a sentir que era reconocida como una de las grandes figuras de la radio, recordaba: “Yo trabajaba mucho en Continental, El Mundo y Belgrano haciendo turnos, y una noche, trabajando en Rivadavia, Juan Alberto Badía me dijo: “Tengo que proponerte algo. Voy a comenzar acá mismo a la noche un programa musical, y me parece que vos y yo haríamos una buena dupla juntos. Así que vine a proponerte si querés hacer el programa conmigo. ¿Lo querés pensar?”.

Mi respuesta fue la siguiente: “No, no lo pienso, ya mismo te digo que si, ¿que tengo que pensar?” Así que ahí comenzamos con “Música verdad”, donde estuvimos un año y algo, hasta que pasamos a Del Plata, en 1975 con Imagínate, Flecha Juventud. Ese podríamos decir que fue el momento más lindo de mi carrera, donde la gente me comenzó a reconocer.
Es más, recuerdo que el programa tuvo tanto éxito que lo hicimos también en TV.

Fue una hermosa época… Juan Alberto tiene una gran virtud, arma muy buenos grupos de gente, y eso genera un clima de trabajo óptimo, donde además de trabajar uno lo pasa bárbaro, disfruta de lo que hace. También tiene la particularidad de elegir a profesionales de primerísimo nivel. Fijate que cuando hacíamos Imagínate, Pancho Ibáñez, que en esa época trabajaba en Radio Nederland, era nuestro corresponsal en Holanda.
Juan Alberto siempre fue un creativo, Imagen de radio y Badía & Cia. Son claros ejemplos de ello.”

Hoy sin dudas, una de las locutoras que mejor representa el estilo de estas verdaderas “divas de la radio”, es Florencia Ibañez.
“Graciela Mancuso fue quien me tocó con un varita mágica y cambió mi vida. Me encantaba escucharla, y en cierta manera fue quien me motivó para que sea locutora. Sin dudas fue mi ejemplo a seguir, mi inspiradora” cuenta Flopy Ibánez.

Y agrega: “Nora, Nucha y Betty, con ese estilo de voces muy seductoras pero al vez con mucha personalidad, encuentran en Graciela su misma manera de hablar pero más aggiornada a los años 70 y 80, más dedicada al rock, por supuesto, y fue quien nos acercó a ese estilo.”
“Más que un estilo sexy creo que tiene que ver con lo sensitivo. Somos sensibles a muchas cosas… cuando describimos una melodía, un paisaje, y eso se traduce como sensual. Pero creo que tiene que ver con que nos gusta contarle a los oyentes las cosas de esa manera”.

Para finalizar, Flor Ibáñez dice: “En mi caso personal, realmente yo tengo una personalidad un poco cándida, y de ahí nace, por ejemplo, el juego que hacíamos con Rolando Hangling del “pelito mojado”. Esa candidez, Rolando la supo aprovechar, y tal es así que mi personaje lo hacía desde una ingenuidad absoluta”.

Acerca de Oscar Posedente 12821 Articles
Periodista, locutor, actor y editor de Semanario Argentino y de Radio A de Miami. Director de Diario Sur Digital.