Para muchos, Hugo Porta no necesita introducción alguna. Para los mas jóvenes, no sería descabellado decir que está entre los 5 deportistas argentinos más exitosos de todos los tiempos.
Es considerado el mejor jugador argentino de la historia y en 1985, fue elegido como el mejor rugbier del mundo.
Expandiendo Horizontes tuvo la oportunidad de entrevistarlo, hoy a los 66 años todavía sigue transmitiendo enseñanzas de vida.
¿Que tenía Hugo Porta mentalmente dentro de la cancha que no tenían los demás?
Gracias. Es difícil definirse. Uno es consciente que tenía algo especial y diferente pero no lo podría definir. Solamente lo veo en la consideración internacional, pero yo comencé a jugar al rugby con la intención de hacer amigos y de permitirme una formación en amistades y en valores que es lo que perdura en el tiempo.
Sí, sabemos que eso es lo que usted transmite a los niños hoy en día. Hacer amigos y ser apasionado por lo que hacen.
Sí. La pasión en lo que uno hace es lo más importante. Yo siempre les digo a los niños que yo he perdido mucho más de lo que he ganado en el deporte y gracias a eso pude disfrutar de algunos éxitos. Uno puede ser vencido en algún partido, pero jamás derrotado. Pero para eso hay que desarrollar la fuerza de voluntad y capacidad de trabajo. Uno puede querer mejorar, pero sin esfuerzo y voluntad, eso no se consigue.
¿
Que les decía a sus compañeros en el vestuario, antes de un partido realmente difícil?
Siempre uno tiene respeto al rival, pero nuestro lema era rompernos enteros por nuestros compañeros porque somos guerreros codo a codo, cuidándonos mutuamente. Muchas veces es necesario dejar de lado las aspiraciones personales en pos del beneficio del equipo.
Ese estilo de liderazgo, más horizontal, es algo que recién se está poniendo de moda en los últimos años.
Hay muchas maneras de liderar. Yo tuve el privilegio de conocer a Nelson Mandela y aprendí muchísimo de él. Mucha veces se creen que los líderes son los que están adelante, llevando la bandera, pero Mandela lideraba desde atrás mostrando el camino y dejaba a los demás hacer lo que debían desde el frente.
Hablando de eso, a usted le tocó jugar en Sudáfrica mientras regía el apartheid.
Si, me tocó jugar muchas veces en Sudáfrica en los 70’s y 80’s, pero lamentablemente nunca con la camiseta de Los Pumas por el mismo bloqueo que existía contra Sudáfrica. La discriminación de los blancos a los negros en Sudáfrica era muy dañina y la falta de derechos de estas comunidades negras hacían que los líderes internacionales declararan un bloqueo al país. Así y todo, yo creo que el deporte es un vínculo de amistad entre los pueblos y por eso accedí a jugar en Sudáfrica en esa época. Creo que esa fue mi contribución para conseguir un cambio en aquel momento.
¿Cómo fue la experiencia de ser embajador argentino en Sudáfrica en 1991, en medio de todo ese tumulto?
Era un momento de cambios grandes. Yo asumí tres meses después de la liberación de Mandela tras 27 años en prisión y quien luego sería presidente del país.
¿Cómo cambió Sudáfrica después que asumió Mandela?
En Sudáfrica hay once idiomas oficiales. Eso demuestra la diversidad de razas y culturas que hay. Mandela utilizó el mundial del 1995 para poder unir al país entero detrás de un proyecto y comenzar a construir una unidad nacional.
¿Que puede decirnos, a nivel equipo y con su experiencia, sobre el fracaso de la selección argentina de fútbol?
La verdad es que yo, al haber jugado en forma amateur tanto tiempo, no se mucho sobre el deporte profesional y no quiero faltar el respeto opinando de algo que no sé.
Hay una acusación muy escuchada últimamente sobre los futbolistas profesionales que es que, por ganar muchísimo dinero, les importa poco matarse para ganar. Como que el “orgullo deportivo” se ha perdido por esa sacia económica.
Yo creo que es ridículo. No creo que nadie salga a la cancha queriendo perder. Todos se matan por ganar, pero hay que entender que enfrente hay otro equipo que también quiere ganar y que también tiene a los mejores jugadores del mundo. Yo creo que hoy por hoy, es más importante saber representar con orgullo la camiseta de un país que el resultado deportivo en si mismo.
¿Como es su actualidad ahora, a los 66 años?
Como te comentaba, el rugby lo jugaba en forma amateur. Toda mi vida trabajé en la empresa familiar que fundaron mi papá y mi tío y hoy me toca dirigir esta empresa. Yo soy una persona que debe levantarse todos los días temprano, ir a trabajar y tratar de que todas las familias que dependen de este negocio puedan estar lo mejor posible. De eso se trata, de sacrificarse por el otro para que todos estemos un poquito mejor.
