El dólar, el mercado y la realidad

Escuchaba a un prestigioso periodista expresar de alguna manera su frustración por ver el PBI (Producto Bruto Interno) de la Argentina caer de us$637B en el 2017 a probablemente un numero por abajo de los us$500B en el 2018 resultado fundamentalmente de la recesión y de la devaluación del peso.
La realidad no es esa, pero primero aclaremos que es el PBI. Simple, en macroeconomía, el producto interno bruto (PIB), conocido también como producto interior bruto o producto bruto interno (PBI) es una magnitud macroeconómica que expresa el valor monetario de la producción de bienes y servicios de demanda final de un país o región durante un período determinado, normalmente de un año.

Para tener un regime standard de comparación ese valor monetario se convierte a una moneda estable, el dólar, y asi se estima el valor final comparativo. Cuando un país en realidad carece de una moneda confiable, esa conversion es fundamental no solo para mediciones comparativas sino para saber la verdadera riqueza del país. Sin embargo cuando el tipo de cambio se usa para controlar la economía, sea por cepos cambiarios o sea por políticas monetarias o cambiarias distorsivas, ese valor relativo se transforma en una falsedad.

El ejemplo mas simple fue el cepo cambiario, imaginemos que podemos monetizar ese producción de bienes y servicios y la queremos cambiar a dólares. Ciertamente el dólar oficial, no asequible para el común denominador de los argentinos es una medida falsa, por lo tanto hubiera que utilizar el dólar real, sea llamado paralelo, blue o el color que se les ocurra.

Es por eso que las tasas de crecimiento, el decir que la Argentina es una economía dentro de las 25 mayores del mundo es relativo y hasta cierto punto falso.
La siguiente tabla muestra la evolución del PBI de Argentina de este siglo, del 2000 hasta el 2017.

Fecha PIB anual Var. PIB (%)
2017 637.590M.$ 2,9%
2016 554.107M.$ -1,8%
2015 642.464M.$ 2,7%
2014 563.614M.$ -2,5%
2013 611.471M.$ 2,4%
2012 579.666M.$ -1,0%
2011 527.644M.$ 6,0%
2010 424.728M.$ 10,1%
2009 334.633M.$ -5,9%
2008 363.545M.$ 4,1%
2007 287.921M.$ 9,0%
2006 232.892M.$ 8,0%
2005 199.273M.$ 8,9%
2004 164.922M.$ 9,0%
2003 138.151M.$ 8,8%
2002 108.731M.$ -10,9%
2001 291.738M.$ -4,4%
2000 308.491M.$ -0,8%

Se puede ver con absoluta claridad las variaciones del PBI consecuencia de las devaluaciones del 2001/2, del 2013/14, del 2015/16 y ya veremos lo que ocurre con el 2018.
Para entender lo que es una economía distorsionada, esta es la tabla del mismo periodo de un país estable Chile

Fecha PIB anual Var. PIB (%)
2017 277.076M.$ 1,5%
2016 250.008M.$ 1,3%
2015 244.021M.$ 2,3%
2014 260.574M.$ 1,8%
2013 278.388M.$ 4,0%
2012 267.083M.$ 5,3%
2011 252.115M.$ 6,1%
2010 218.311M.$ 5,8%
2009 172.528M.$ -1,6%
2008 179.520M.$ 3,5%
2007 173.477M.$ 4,9%
2006 154.788M.$ 6,3%
2005 122.959M.$ 5,7%
2004 99.238M.$ 7,2%
2003 75.643M.$ 4,1%
2002 69.728M.$ 3,1%
2001 70.968M.$ 3,3%
2000 77.825M.$ 5,3%

Es clarísimo, al ver y comparar, las distorsiones que produce una economía manipulada, con tipos de cambio, controles, etc. En el 2002 la economía Argentina era un 54% mas grande que la de Chile, en el 2017 siguiendo estos números, es casi tres veces mas grande que Chile. Alguien que conozca Chile, que lo visite, que lea, que sepa algo del país, sabe que en estos 15 años y aun con las grandes expansiones sojeras, etc de ninguna manera eso es real. Y si analizamos otros datos económicos y el nivel de pobreza, etc nos encontramos ante el absurdo de ser tres veces mas ricos en el papel y muchísimos mas pobres en la realidad.

Creo que la nueva política monetaria de dejar flotar el dólar, es quizás el primer intento serio de dejar que el mercado nos diga cual es el verdadero valor del peso. Al final el único que habla con la razón es el mercado, el resto es palabrería política.
La producción del país necesita exportar, una forma de aumentar el producto bruto en términos de moneda fuerte es exportando bienes y servicios, y un tipo de cambio real es una buena manera de promoverlo.

Pero, siempre hay un pero, cuando el gobierno toma pesos para sostener su deficit, desaparecen los pesos en la economía para comprar dólares, el dólar se aprecia, y volvemos al circulo vicioso, y la economía argentina vuelve a perder competitividad.
Y aquí esta la madre del borrego. El tipo de cambio como elemento disparador de la competitividad tiene sus limitaciones.
La verdadera competitividad se gana bajando el costo argentino. Un costo que tiene anclas durísimas en el absurdo y pernicioso costo laboral, las altas tasas de impuestos y la falta de crédito bancario de largo plazo, agravado por las altas tasas de interés provocadas por la demanda de pesos del tesoro nacional.

La comparación con el resto del mundo es desalentadora. El “Total Tax and Contribution Rate” (índice de impuestos y contribuciones) de América Latina es del 52,60%, contra el 39,60% de Europa y 38,90% de Norteamérica.
Pero la comparación de Argentina, en particular, es realmente desgarradora. El índice asciende a un sorprendente 106%, considerando todos los impuestos (nacionales, provinciales y municipales) y las cargas sociales de los empleados en relación de dependencia.
Mientras que en Chile es del 33%, en Uruguay es del 41,80% y en Brasil del 68,40%.

Somos, por lejos, el país en donde más impuestos se pagan en todo el mundo, obviamente explicado por la alta evasión que existe (somos el quinto país del mundo con mayor evasión). En consecuencia, los pocos que pagan, tienen que pagar tanto.
Y eso nos vuelve poco competitivos. En este contexto el tipo de cambio actúa como un moderador de esa falta de competitividad, pero es como el enfermo con alta fiebre, lo bañamos en agua fría, pero nunca curamos la infección.
Lo bañamos en agua mas fría entonces, y tampoco se va la enfermedad.

Al final lo tenemos que congelar, via una tremenda recesión.
Este cambio fundamental de la economía argentina debe ser un cambio que la libere de la corrupción e inoperancia sindical, que reduzca brutalmente el sector publico burocrático, inoperante, empezando por las municipalidades, que termine con el alto costo de la política y fundamentalmente que ponga la gente a trabajar.

Y reitero una propuesta, se debe eliminar el subsidio por hijos por un periodo determinado de tiempo.
El país no puede subsidiar el crecimiento demográfico de las familias que carecen de posibilidad de sustentarse por si mismas. Es nuestra triste realidad.
Los planes trabajar tienen que tener una limitación de tiempo y forma, y dejar de ser manejados por organizaciones que sustituyen las necesidades humanas por las políticas.
El dólar a 40 no es la solución.. es un baño de agua fría para el paciente febril, pero el país tiene que cambiar.. o lo tendremos en el freezer para siempre.

Acerca de Oscar Posedente 12821 Articles
Periodista, locutor, actor y editor de Semanario Argentino y de Radio A de Miami. Director de Diario Sur Digital.

8 Comments

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