Funcionarios nacionales colaboraron con las autoridades brasileñas en los dispositivos emplazados en las inmediaciones de los estadios de Gremio y Palmeiras, donde River y Boca disputaron las semifinales de la Copa Libertadores de América.
“La cooperación internacional es fundamental para combatir a los violentos que buscan hacer negocios con el fútbol. Estamos muy satisfechos por los resultados que obtuvimos, que se reflejaron en el normal desarrollo de ambos partidos”, afirmó la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich.
Personal de la Dirección de Espectáculos Futbolísticos, encabezado por Guillermo Madero, se trasladó hacia Brasil para llevar adelante el programa Tribuna Segura junto a las fuerzas de seguridad locales. Este nuevo paso en materia de cooperación internacional se desarrolló luego de los exitosos procedimientos que se habían concretado anteriormente en Paraguay.
Los resultados fueron muy positivos. El martes pasado, por caso, el grueso de la barrabrava de River con impedimento de ingreso a los estadios que viajó –sin entradas- a Porto Alegre, no pudo entrar a la cancha. Tras observar el apoyo entre los funcionarios argentinos y la Brigada Militar de Porto Alegre, se quedaron cerca de 500 personas arriba de los micros en los que se habían trasladado hacia el lugar. Asimismo, dos personas fueron detenidas por resistencia a la autoridad cuando pretendían entrar al Arena do Gremio a pesar de la restricción.
También fueron exitosos los controles dispuestos en el estadio Allianz Parque Palmeiras, donde Boca obtuvo su clasificación a la final del certamen. Los líderes de la barra decidieron no viajar a pesar de que habían sido autorizados por un sector del Poder Judicial. El motivo: los oficios enviados por el Ministerio de Seguridad de la Nación y el trabajo coordinado con la Conmebol.
Junto a la Policía Militar de San Pablo, además, se impidió el acceso de dos hombres sobre los que pesaban órdenes de restricción.