El fracaso de la ciencia política en la democracia argentina

La ciencia política constituye una rama de las ciencias sociales que se ocupa de la actividad en virtud de la cual una sociedad libre, compuesta por personas libres, resuelve los problemas que le plantea su convivencia colectiva. Es un quehacer ordenado al bien común.

La democracia (del latín tardío democratĭa, y este del griego dēmokratía) es una forma de organización social que atribuye la titularidad del poder al conjunto de la ciudadanía.
En sentido estricto, la democracia es una forma de organización del Estado en la cual las decisiones colectivas son adoptadas por el pueblo mediante mecanismos de participación directa o indirecta que confieren legitimidad a sus representantes.

En sentido amplio, democracia es una forma de convivencia social en la que los miembros son libres e iguales y las relaciones sociales se establecen conforme a mecanismos contractuales. Estas definiciones no son mías, se pueden leer en Wikipedia.

El titulo expresa que ambos términos han sido expuestos al fracaso en la Argentina del siglo XX y el siglo XXI. La ciencia política en la Argentina se ha transformado en una rama de las ciencias sociales que se ocupa de lograr, mantener y estabilizar el poder de quienes la ejercen en el tiempo. De esa manera todas las decisiones se encaminan a la retención del poder, muchas veces con la excusa de continuidad necesaria para la ejecución de políticas publicas, lo que puede ser valido, pero las mas es para retener el poder por el poder mismo.

El Peronismo como institución política es un claro reflejo de esta definición.
Siempre busco el poder, cuando lo tuvo, lo uso para sostenerlo no para proyectar un país mejor. Solo busco el bienestar de los que gobernaban dando migajas al pueblo y nunca, nunca creando un modelo de país. Quizás el único indicio haya sido el primer gobierno de Perón quien creyendo en la posibilidad de una tercera guerra mundial proyecto una economía cerrada, autosuficiente, que fracaso, pero al menos tenia un objetivo.

La Argentina de hoy necesita urgentemente una ciencia política que resuelva los problemas que les plantea la convivencia colectiva, tal como se define a esa ciencia y agregaría la convivencia interna y externa colectiva, porque no se puede sustraer al mundo.
Es un momento en que los políticos deben agregar, no dividir, sumar no restar, pero no soy optimista.

Leo en los diarios argentinos “si queremos que termine este gobierno tenemos que presentar una única opción electoral” , dicen del peronismo K, necesitamos unirnos para derrotar al gobierno, y así en general es la “oferta” que tiene la ciencia política peronista para resolver los problemas de convivencia interna y externa. No es demasiado diferente en ese sentido el proyecto electoral de la ciencia política del gobierno.

Festejan cualquier división que les permita competir con CFK porque saben que es triunfo seguro. Inocentemente se da que el gobierno aplauda que CFK no este presa, y por otro lado la oposición aplaude porque saben que hay muchos que podrían ir presos, empezando por el ex Presidente amparado por sus fueros senatoriales.Triste porque toda actitud electoral menosprecia los problemas a resolver.

La Argentina hoy no tiene un problema de tipo de cambio, de falta de reservas. La Argentina tiene problemas muchos mas serios que requieren la necesidad de trabajar en conjunto, las formas como lograrlo pueden ser diferentes, pero el objetivo para lograr esa convivencia interna que incluye alcanzar un bienestar social razonable, mejorar la educación, definir el modelo de país a competir en el siglo XXI, la creación de trabajo en blanco, la disminución de la carga laboral, de la carga tributaria, el fin de la corrupción sindical no son temas menores.

El peronismo ni menciona esos temas, porque nunca les preocupo, porque son parte de su ADN. El radicalismo es cómplice, y el macrismo empezó a jugar a la política, por miedo a las elecciones y perdió oportunidades. Aun así, es el que mejor esta preparado para resolver en el largo plazo los verdaderos problemas argentinos, porque no fueron ellos nunca parte de su ADN, si bien tuvo zonas de contagio, y porque cree en una sociedad mejor. Han sido dos años muy difíciles, se hizo mucho, es largo enumerarlo, pero se perdieron oportunidades.
Sin embargo 70 años de fracasos no se pueden comparar con 2 años de desilusión.
Hay un mar de diferencia.