China ha dejado de renovar las credenciales de prensa a corresponsales de medios estadounidenses destacados en el país asiático, en lo que supone uno más de los frentes de la “guerra fría” entre Pekín y Washington.
En un comunicado publicado este Lunes, el Club de Corresponsales Extranjeros de China (FCCC, por sus siglas en inglés) se mostró “muy alarmado” por el hecho de que el Ministerio de Asuntos Exteriores haya “emitido cartas en vez de tarjetas de prensa que dejan a los periodistas extranjeros radicados en China en una situación temporal y precaria” y aseguró que “al menos cinco periodistas de cuatro medios estadounidenses”, entre los que se encuentran trabajadores del diario The Wall Street Journal o la cadena de televisión CNN, están en esa situación.
Según el FCCC, la cancillería china ha detallado que las citadas cartas podrían revocarse en cualquier momento, lo cual supone una constante amenaza de expulsión. “El Gobierno chino ha dicho de manera explícita que esta reacción es una respuesta a la próxima caducidad del visado, el 6 de Noviembre, de periodistas chinos destacados en Estados Unidos, muchos de los cuales trabajan para medios estatales chinos”, apunta.
Por su parte, la portavoz jefe del Ministerio de Asuntos Exteriores, Hua Chunying, aseguró que su departamento “estaría encantado de continuar” con su “excelente cooperación con los periodistas estadounidenses, si los periodistas chinos reciben un trato justo en Estados Unidos”.
Corresponsales extranjeros pidieron a Pekín que abandone la política del “ojo por ojo” en uno de los peores años para la libertad de prensa en China. Solo en la primera mitad de este año, China ha expulsado a 17 periodistas extranjeros, mientras que al menos 12 han recibido penalizaciones de distinto tipo, como acreditaciones de un mes en vez de la estándar de un año.
Esto se suma a un ambiente de enemistad hacia la prensa extranjera, a cuyos miembros se vigila e intimida de manera cotidiana, una tendencia al alza, según el último informe de condiciones laborales del FCCC.
En tanto, Pekín insiste en igualar la situación de los periodistas estadounidenses de medios independientes acreditados en China a la de los periodistas chinos que trabajan para medios propagandísticos estatales en Estados Unidos, en un entorno diametralmente opuesto de libertad de prensa. (TN)
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