Casa Rosada: Alberto Fernández intentó calmar a los fans de Maradona con megáfono y a los gritos

La despedida del Diez terminó con incidentes entre la policía y un grupo que irrumpió a la fuerza en la sede gubernamental. "Lo que necesitamos es que vuelvan a ordenarse”, pidió Fernández con un megáfono.

Tras la polémica desatada en torno a la organización del velatorio de Diego Armando Maradona, se conoció el video del momento en el que el propio presidente Alberto Fernández intentó calmar a los hinchas que esperaban en las puertas de la Casa Rosada para despedirse del ex futbolista.

Con megáfono en mano, Fernández se acercó a las rejas y, a los gritos, explicó que se estaba organizando la reanudación de la entrada, algo que finalmente no pudo llevarse a cabo y derivó en incidentes y la suspensión de la ceremonia.

“Les pido que se callen un minuto, por favor”, gritó el Presidente. “Miren, estamos organizándonos para que ustedes en algunas horas despidan a Diego. Lo que necesitamos es que vuelvan a ordenarse”, pidió en medio del tumulto y el bullicio de los hinchas.

En la casa de Gobierno se vivió una jornada tensa como pocas en la historia, después que decenas de fanáticos invadieran la sede para intentar acercarse al féretro de Maradona, situación que derivó en forcejeos con personal de Seguridad, heridos y gas pimienta.

Pese a que se había anunciado que el funeral se extendería hasta las 19hs, la invasión se produjo luego que barrabravas identificados con camisetas de Boca y Gimnasia de La Plata derribaron las vallas en el ingreso de la Rosada.

Ante la posibilidad de que hicieran lo propio con las vallas que se interponían entre la gente y el cajón, se definió retirar el féretro del hall y llevarlo a un lugar a metros de allí, al Salón de los Pueblo Originarios, además de detener el ingreso de personas al edificio.

Cuando se produjeron los disturbios, la ex esposa del ídolo futbolístico Claudia Villafañe y sus hijas Dalma y Giannina, fueron retiradas del hall, mientras que dentro de la sede gubernamental se encontraban tanto el mandatario, que estaba en su despacho, como la vicepresidente Cristina Kirchner, que permanecía en las oficinas del Ministerio del Interior.

En ese contexto, Fernández decidió salir para pedirle calma a la gente que estaba concentrada en la Plaza de Mayo para darle su último adiós a Maradona. Días después, en declaraciones a Radio con Vos, explicó: “Con un megáfono salí a decirles que no queríamos seguir así, que respeten el carril para poder entrar. No había modo. Había gente que saltaba las vallas. Aun así la situación se controló, no hubo heridos dentro de la Casa Rosada”.

El día después de los desmanes en Casa Rosada, desde el Gobierno calificaron como “un error no haber extendido el horario” del velatorio y afirmaron que “fue muy difícil tratar con la familia” del Diez.

Fuentes del Gobierno nacional aseguraron que el problema fue que no se contempló que “gran parte del público era el de la cancha, con la cultura del aguante”. “La familia tenía que entender que Maradona excede a su decisión. Era un funeral de Estado. No nos pusimos firmes en decirles que era una causa de seguridad nacional y que se iba a armar un desastre si no extendíamos el horario”, plantearon.(TN)

LA

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Periodista, locutor, actor y editor de Semanario Argentino y de Radio A de Miami. Director de Diario Sur Digital.