¿Cómo será el nuevo mundo para volver al viejo mundo?

Por Guillermo Capuya

Hoy el futuro es el tiempo cercano en el que hayamos podido vencer al Covid. Afortunadamente, la vacuna es un hecho casi inmediato que nos devolverá la vida que teníamos antes. ¿Nos devolverá la vida que teníamos antes? ¿Estamos seguros de esto?
Yo creo que nos acostumbraremos a que nos apunten en la frente con un aparato para tomarnos la temperatura antes de entrar a cualquier parte, así como después de la gripe A el alcohol en gel se convirtió en un producto de consumo masivo.


Diversos expertos han estimado que el reto tras la pandemia será “volver a la situación de normalidad anterior”, algo que, según han subrayado, “puede llevar un par de años, como mínimo”. A esas conclusiones se han llegado en el ciclo de webinars organizado por la Cátedra MySphera en la Universitat Politécnica de Valencia (UPV) 

El trabajo sin oficinas
Una de las cosas que imagino y que estamos viendo es una nueva forma de trabajo. Ya muchas empresas están reduciendo los días en que sus empleados van a trabajar de manera presencial. Por ejemplo, van dos de cinco días a la semana, o tres de cinco días a la oficina. El resto trabaja desde la casa con home office.

Hay algunos estudios que dicen que se han logrado más ventas en los call centers a través de las personas que están en sus casas que en los call centers ubicados en empresas. Por lo tanto, va a haber un cambio en la ocupación de oficinas, ya de hecho acá en Argentina, por ejemplo, hay una empresa láctea que ha devuelto varios pisos de su edificio. Entonces, imagino que va a haber mucha disponibilidad de espacio de oficinas porque se van a achicar.

Lo mismo ocurre con los laboratorios.
La realidad es que a la gente le está costando volver a trabajar afuera, porque trabaja a veces mejor y más tiempo desde sus casas que en los lugares de trabajo donde se genera un gasto de tiempo, de transporte. Pero básicamente se gana tiempo y la posibilidad de estar más con sus hijos y compartir espacios comunes.

El amor en tiempos de… coronavirus
¿Cómo se hace para formar una nueva pareja? ¿Cómo se hace para conocer y besar a una persona siempre teniendo la sospecha de que puede tener el virus en su cuerpo y que lo puede transmitir? Ya se empezaría una relación con una clara desconfianza mutua. ¿Qué va a pasar? ¿Va a haber un hisopado antes de cada relación, de cada salida?
Según la psicóloga Amparo Calandín, en el caso de las parejas estables explica que “hemos vivido muchas semanas con la misma persona, a veces con hijos, sin salir de casa y todos necesitamos nuestro espacio personal que en muchos hogares no se ha podido disfrutar.

Ahora al menos tenemos ciertos respiros en los que algo más se puede hacer en la calle. Y siempre debe haber buena comunicación. Que expresen cómo se están sintiendo y que pidan su momento para salir a correr, para hacer una clase de fitness, para lo que necesiten”, aclara.
Seguro que el ámbito que más dudas genera es el de los besos, el sexo, la intimidad. ¿Cómo se hace para empezar a conocer a alguien y a lograr una confianza íntima y segura? “En este caso, creo que se deberá apelar a la responsabilidad y al autocuidado, tenemos que ser muy prudentes con el contacto físico” – dice la sexóloga Elena Requena – “primero porque tenemos que cumplir las normas y segundo por nuestra propia seguridad. Pensemos que es algo temporal y marquemos unas expectativas que vayan más allá del sexo como lo conocemos ahora”, aconseja. “Al final esta situación pone sobre la mesa algo tan básico como el autocuidado y el civismo.

Previo a todo esto teníamos presente una serie de amenazas que siguen estando y de las que no éramos muy conscientes, y nos relacionábamos sin darle muchas vueltas”, afirma Requena. Y agrega: “Tomando las medidas recomendadas y siendo conscientes de nuestro estado de salud, iremos retomando nuestros encuentros de la forma más sana posible. Apelar a la responsabilidad individual, cuidarnos y cuidar al otro, son las bases de una relación segura dentro de lo que implica el contacto íntimo”, concluye.

La tecnología ¿nuestra salvación?
Desde los clientes de Zomm hasta los grupos de Whatsapp, para muchos de nosotros las plataformas digitales se han convertido en la única forma en la que podemos trabajar, ponernos en forma, educarnos y entretenernos.

También estamos más relajados con respecto a las horas que nosotros y nuestros hijos pasamos frente a las pantallas. Se trata de un gran cambio cultural que solo sucedió en pocas semanas y parece poco probable que desaparezca de la noche a la mañana.
Cada actividad requerirá el doble de tiempo. Antes, para comprar un par de cosas en el supermercado las personas tardaban 20 minutos o media hora; pero ahora, contando la fila para entrar, la desinfección a la entrada, luego otra cola para pagar y finalmente la llegada a casa para desinfectar todo otra vez, pueden sumar hasta dos horas. Por esto las compras online han aumentado.

Vivir aquí y ahora
Con la amenaza permanente de una posible irrupción de otro acontecimiento devastador, los especialistas estiman que tendremos una conciencia mucho mayor del presente. Así lo afirma Dipali Mukhopadhyay, una científica de la Universidad de Columbia que estudia cómo actúan las sociedades durante los conflictos extremos, en un artículo del New York Times dice: “Al asumir que no tenemos idea de cómo va a ser el mañana y al recordar, a la vez, que el ayer fue terrible, el ser humano tiende a concentrarse en el presente, a vivir el momento hoy y ahora”.


Todo es y será más lento. Y a esto también nos acostumbraremos: a tardar más al hacer compras de manera presencial, a no probarnos la ropa en algunos casos, a comer afuera en terrazas, en patios o veredas, a dejarnos de saludar con un beso, a espaciar el contacto físico. El barbijo llegó para quedarse durante un largo tiempo.

En la mayoría de los espacios públicos, en los aeropuertos, en los medios de transporte e incluso en los lugares de trabajo, los barbijos cubrirán gran parte de nuestros rostros, dejando al descubierto lo que verdaderamente importa. La mirada seguirá siendo nuestro vínculo y nuestra conexión con el otro.

Aprenderemos a expresarnos a través de los ojos, y a demostrar el afecto con las palabras. El temor es que nuestras normas de comportamiento hayan quedado infectadas por la angustia y por la adversidad, y que nos volvamos más egoístas y menos unidos. La esperanza, sin embargo, debe ser que nuestra sociedad, al igual que un virus, esté mutando hacia algo más fuerte.

Acerca de Oscar Posedente 12821 Articles
Periodista, locutor, actor y editor de Semanario Argentino y de Radio A de Miami. Director de Diario Sur Digital.