La fecha fue impulsada por el compositor y productor artístico Ben Molar en 1965. Fue después que se percatara que el 11 de Diciembre cumplirían años dos de sus máximos exponentes: Julio De Caro, nacido en 1899 y el gran Carlos Gardel, en 1890. Asombrado por la coincidencia, ese año presentó su propuesta de declarar un Día Nacional del Tango. Lo consiguió 12 años después, con un Decreto Municipal del 29 de Noviembre de 1977 y luego otro Nacional, el 19 de Diciembre de ese mismo año.
Julio De Caro nació en Buenos Aires el 11 de Diciembre del último año del siglo XIX y estudió violín desde chico. Se convirtió en director de orquesta y compositor de tango, junto a los grandes creadores de la época como Eduardo Arolas y Roberto Firpo. Formó un sexteto en 1924 y así creó un nuevo estilo en el tango que se llamaría “la escuela decareana”, y que se diferenciaba, justamente de la “escuela gardeliana”. Falleció en Mar del Plata el 11 de Marzo de 1980.
En tanto, Carlos Gardel, fue un cantante y compositor cuyo nacimiento acarrea muchos mitos. Fue anotado en Toulouse, Francia, en 1890 pero algunos aseguran que nació en Tacuarembó, Uruguay. Argentino por elección desde que se nacionalizó en 1923, vivió en Buenos Aires durante toda su infancia y se lo considera el representante indiscutido del tango cantado. De hecho, en 2003, la Unesco registró su voz en el programa Memoria del Mundo para preservar documentos que pertenecen al patrimonio histórico las naciones. Conocido como “El zorzal criollo”, la calidad de su voz se tradujo en éxitos en ventas de discos y cómo toda gran leyenda de la música popular, murió joven y de manera trágica. Fue el 24 de Junio de 1935 en un accidente aéreo, en Medellín, Colombia.
Si nos remontamos a la historia del tango, los expertos aseguran que nació en la Ciudad de Buenos Aires en 1880. Fue mientras la zona cercana al Río de la Plata dejaba de ser campo para convertirse en una tierra cosmopolita que recibía barcos repletos de inmigrantes españoles e italianos, principalmente. Se bailaba en sectores marginales y muchos aseguran que avergonzaba a las clases altas que ya habitaban el territorio por la sensualidad de los movimientos que proponía.
En un principio se interpretaba con flauta, violín y guitarra, pero con el cambio de siglo incorporó bandoneones, violines, piano y contrabajo. Fue por entonces que surgieron los primeros intérpretes entre los que estaba Gardel. La temática tenía mucho de la vida cotidiana de los porteños. La época dorada del tango fue durante la década del 40, mientras que después fue Ástor Piazzolla quien se animó a versiones de vanguardistas. A esta altura, Europa ya se rendía ante los encantos de este baile popular porteño que año a año convoca turistas de todo el mundo.(TN)
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