EEUU: El Congreso aprobaría en las próximas horas la ayuda económica

Los legisladores que negocian en el Congreso de Estados Unidos un paquete de ayuda económica por la pandemia de COVID-19 trabajaban el jueves en varios atascos restantes antes de sellar un acuerdo final para que los desempleados, las empresas y la mayoría de los estadounidenses reciban nuevos pagos de estímulo.

Los puntos centrales ya están definidos: sería de unos de 900.000 millones de dólares. Incluye más de 300.000 millones en ayuda a las empresas; una prestación federal adicional por desempleo de 300 dólares por semana y la renovación de los beneficios estatales que expirarán pronto; 600 dólares de pagos directos a individuos; fondos para la distribución de vacunas; y dinero para inquilinos, escuelas, el servicio postal y las personas que necesitan ayuda alimentaria.

Sin embargo, el avance se ha visto obstaculizado por asuntos relacionados con los poderes de la Reserva Federal, la igualación de requisitos de gobiernos estatales y locales para las subvenciones por desastre y otros desacuerdos menores sobre complementos no relacionados con la pandemia, dijeron participantes en las negociaciones.

Con la actual sesión del Congreso acercándose a su fin, los negociadores republicanos y demócratas en el Capitolio al menos lograron finalmente los compromisos más difíciles para llegar a un acuerdo sobre la ayuda, con tal de completar el segundo gran paquete de ayuda económica, tras el brutal impacto de la pandemia china en EEUU.

Esta es la segunda respuesta legislativa significativa a la pandemia desde la histórica Ley CARES de marzo, que entregó 2,2 billones de dólares en ayuda y prestaciones por desempleo más generosos y pagos directos a las personas. Con anterioridad, se había aprobado otro respaldo financiero para las empresas, investigaciones de la vacuna, pruebas de coronavirus, y para evitar despidos masivos en las aerolíneas hasta octubre.

Desde entonces, los republicanos propusieron varios alternativas de ayuda que fueron rechazadas unilaterlamente por la presidenta de la Cámara de Representante Nancy Pelosi y sus más cercanos aliados. Su intención era no darle más beneficios al presidente Donald Trump para que su reelección, mientras millones de estadounidenses sufría los efectos de la pandemia y un segundo repunte de contagios en agosto.

A pesar de los llamados del presidente Trump para la aprobación del segundo paquete, los demócratas cerraron filas junto a Pelosi y denegaron cualquier propuesta por sensata y urgente que fuera. Luego propusieron un descabellado plan de 3 billones de dólares, que causó el estupor de senadores y del secretario del Tesoro, Steven Munuchin, quien preguntó en una ocasión si los demócratas pagarían la enorme deuda pública que eso representaba para los contribuyentes estadounidenses.

Tanto demócratas como republicanos se sentaron en múltiples ocasiones durante más de cuatros meses sin llegar a un acuerdo definitivo. Ambas partes cedieron en diversos puntos, pero finalmente todo quedó en debate.

La Casa Blanca y los republicanos en ambas Cámaras presionaron desde mayo para reabrir la economía en medio de numerosos obstáculos demócratas. Hace dos meses, una agencia federal de verificación y el Departamento del Trabajo confirmaron que las cifras de desempleo habían sido exageradas y falseadas en varios estados del país desde el comienzo de la pandemia en marzo.

En Florida y en otros estados también hubo denuncias sobre cifras sobreestimadas en los casos de contagios de coronavirus. En Miami-Dade, personas que nunca se hicieron la prueba, fueron diagnosticadas como positivas. Se abrió una investigación sobre ese asunto en varios lugares del país.

Todo eso contribuyó a que decenas de miles de negocios enfrentaran otra ola de restricciones y tuvieran que cerrar definitivamente y despedir empleados, algo que ha comenzado a ocurrir nuevamente en las últimas semanas en estados dirigidos por demócratas.

El acuerdo entre demócratas y republicanos para la ayuda financiera, que ha sido esquivo por meses, es considerado vital para apuntalar la economía y mantener a flote a millones de personas que podrían quedar sin ningún ingreso a finales de diciembre.

Pese a que esta semana comenzó la campaña de vacunación en el país, las cifras diarias de contagios muestran un avance del virus, que amenaza con más restricciones en medio de una fechas cruciales.

En este contexto, el número de personas que pidieron por primera vez un subsidio por desempleo subió la pasada semana a 885.000, una cifra que indica que siguen los despidos.

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Periodista, locutor, actor y editor de Semanario Argentino y de Radio A de Miami. Director de Diario Sur Digital.