Vacuna rusa: Alberto Fernández envió a Vladimir Putin regalos en agradecimiento por el envío de las Sputnik V

El avión de Aerolíneas que trajo al país las Sputnik V, dejó en Moscú obsequios especiales para el mandatario ruso. Se trata de obsequios vinculados con los caballos, ya que el mandatario ruso tiene afición con estos animales.

En un gesto político que afianza las relaciones del Gobierno con Rusia, el presidente Alberto Fernández le mandó a su par de ese país Vladimir Putin una serie de regalos en agradecimiento por el envío de las vacunas Sputnik V contra el COVID-19. Son obsequios vinculados con los caballos, ya que el mandatario ruso tiene afición con estos animales.

Entre los obsequios a Putin están una variante actualizada del llamado Basto 900, un recado que surgió a mediados del siglo XIX y principios del siglo XX, que fue trasladado en el avión de Aerolíneas Argentinas que traslada las vacunas de Rusia a la Argentina. Se trata de un recado de alianza, que tiene un freno de hierro, con copas y pontezuelas en plata 9.25 con monograma de dos corazones entrelazados.

La platería, el rebenque y los estribos los fabricó el platero y orfebre Carlos Papasidero y las sogas, Santiago Biondi. Mientras que los bastos y las caronas fueron obras de Alberto Vomero, uno de los referentes de la talabartería en la Argentina. Además de este regalo el Presidente le envió a Putin una cabezada de lujo.

Las gestiones por los regalos estuvieron a cargo del vocero presidencial Juan Pablo Biondi, que se contactó con el centro tradicionalista La Victoria, en Ezeiza. El titular de la organización Claudio Díaz donó los obsequios para Putin.

El vuelo de Aerolíneas Argentinas AR1061 trajo desde Rusia las primeras 300 mil dosis de la vacuna Sputnik V, que servirán para inmunizar a 150 mil personas porque se necesita la aplicación de dos dosis. La aeronave viajó desde el Aeropuerto Internacional Sheremétievo de Moscú a la terminal aérea de Ezeiza.

El avión trasladó al país 56 cajas thermocontainer que garantizaron la temperatura para conservar las vacunas, que fueron cargadas en Aeropuerto Internacional de Moscú y que arribaron a la terminal internacional de Ezeiza.

El presidente de la empresa aérea Pablo Ceriani explicó que las vacunas viajaron en la bodega del avión “en unos separajes que se llaman termobox, con un gel refrigerante al que también se le puede agregar hielo seco y que mantendrá durante 60 horas las vacunas a una temperatura de 18 grados bajo cero”, para conservarlas.

Cuando el cargamento llegó a Ezeiza fue estibado en las cámaras frigoríficas que posee la Terminal de Cargas del aeropuerto. Desde allí arrancó la distribución de las vacunas para su inoculación en un operativo a cargo del ministerio de Salud, liderado por Ginés González García.(TN)

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Periodista, locutor, actor y editor de Semanario Argentino y de Radio A de Miami. Director de Diario Sur Digital.