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Balance del año de la empatía: el valor de pedir disculpas

Por Daniel Rutois

¿Cómo hacer un balance de un año cargado de desafíos, situaciones complejas y lleno de incertidumbre? Sin dudas, la proeza se convierte en heroica para los habitantes del mundo que lograron salir adelante en contextos adversos.

Más allá de la situaciones particulares de cada uno, las dificultades se replican y derraman en cascada a todos los sectores. En este contexto, ¿podemos plantearnos la posibilidad de evitar la queja, el desánimo, las pérdidas y hacer un rescate de la cosecha más productiva?

La invitación esta vez es hacer una retrospectiva que ayude a mejorar como seres humanos; y que hallemos adentro nuestro el reservorio de valor que expresamos en el afuera.

Aquí van distintas perspectivas posibles para hacer una retrospectiva del año y plantearse objetivos para el que viene.

  1. Afírmate en aquello con lo que sí cuentas

Siempre tenemos la opción de evaluarlo desde la perspectiva de lo que sí tenemos: los afectos, vínculos, actividades y proyectos de cualquier tipo. Esto permitirá que esa mirada se tiña de un tono más compasivo contigo y con todo lo que estás atravesando, cualquiera que sea el tenor de lo que vives.

Otra es enfocarse en los aprendizajes ocultos detrás del dolor, el sufrimiento e, incluso, el miedo. Cada situación encierra una cuota de lecciones aprendidas si las sabemos observar atentamente. En este caso, la clave está en saber que la acción sigue al pensamiento; es decir que todo lo que pensamos internamente de alguna forma lo manifestamos externamente. Para esta perspectiva es necesario que observes tus emociones, cómo te has sentido mes a mes, semana a semana, para detectar cuáles fueron las que prevalecieron, y qué emoción contributiva te ayudó a sobrellevar mejor el momento: hay algo valioso a rescatar en este ejercicio de observación consciente.

También este es un tiempo de agradecimiento más allá de la realidad que afrontas, porque la estamos atravesando como sea. Eso, de por sí, es sumamente valioso. En este proceso el perdón (y no solamente la disculpa, que huele más a justificación en muchos casos) ocupa un lugar central. El año invita a cerrar círculos de aquellas relaciones, situaciones y hechos del pasado, para hacer un reseteo hacia lo nuevo.

Posiblemente muchas personas lo vienen haciendo paso a paso, al pensarse, descubrirse, mirar adentro en este tiempo de transformación total. Por eso es que todo lo que aparezca en este tiempo en tu lista de pendientes, sería apropiado resolverlo de la forma más asertiva posible.

El perdón es profundo, sanador, tiene una carga emocional de culpa que sientes por situaciones que no pudimos o supimos manejar en el pasado. Sería saludable que, como parte del balance de fin de año, lo incluyamos en el menú a servir para un mayor bienestar.

Puedes contactarte con las personas que crees que has afectado con algún tipo de comportamiento, siempre desde la honestidad y sinceridad, y solo si lo sientes. La clave está en el desapego al resultado: soltar la expectativa de una respuesta de la otra parte.

En mi trabajo afirmo que la gratitud es la generadora de todas las transformaciones que quieres ver en tu vida. Este es un buen tiempo para agradecer por todo lo que ya existe en tu vida, incluso las experiencias desafiantes, que como vimos antes, son grandes maestras. Es hora de tomar papel y lápiz y listar cientos de aspectos positivos, quizás minúsculos de tu vida, que son los que le dan sentido, y que puedes agradecerlos incluso en medio de situaciones problemáticas.

Para concluir, en cada fin de año es inevitable pensar en cómo encarar el que viene. En momentos de incertidumbre será necesario ajustar las expectativas y cruzarlas con la realidad.

Hoy cobra vigencia más que nunca la necesidad de establecer un plan A, B y C, y prepararse para todo tipo de imprevistos, que serán la norma de aquí en más en cualquier aspecto de la vida.

Para fijar metas, recuerda escribirlas (no dejarlas sólo en tu mente), hacerlas detalladas, y que sean concretas, tangibles, posibles, medibles y planificadas en un tiempo determinado.

Daniel Colombo

Facilitador y Máster Coach Ejecutivo especializado en alta gerencia, profesionales y equipos; mentor y comunicador profesional; conferencista internacional; autor de 30 libros. LinkedIn Top Voice América Latina. Coach certificado Miembro de John Maxwell Team. Co-fundador de NecesitoCoaching.com

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