En las últimas semanas varios dirigentes, ex funcionarios y militantes kirchneristas insistieron con la necesidad de indultar al ex vicepresidente Amado Boudou, condenado a 5 años y 10 meses de prisión por los delitos de “cohecho pasivo y negociaciones incompatibles con la función pública” en la causa por la compra irregular de la imprenta Ciccone Calcográfica.
Desde Abril de 2020 cumple su condena bajo arresto domiciliario y en Diciembre la Corte Suprema rechazó todos los recursos presentados por sus abogados por lo que el ex funcionario debe volver al penal de Ezeiza. Sin embargo, esto todavía no se ha efectivizado. Boudou ya no está con prisión domiciliaria en un condominio de Barracas, ahora pasa sus días en una mansión de Avellaneda, en la zona conocida como Quinta Galli.
En silencio y con discreción, no había trascendido la mudanza de Barracas a Avellaneda. Desde su entorno aseguran que Boudou no estaba cómodo con las guardias periodísticas en el edificio de lofts Central, un complejo en la calle Feijoo al 700 con gimnasio, pileta, sauna y seguridad privada las 24 horas. Por eso, hace unos meses está en un amplio chalet de 4 pisos con ascensor, un amplio parque, pileta y quincho con parrilla. Es una propiedad que estuvo mucho tiempo en alquiler en la inmobiliaria local Alvarez y que según pudo averiguar la periodista de Radio Mitre Mercedes Ninci, habría sido arrendada por el propio municipio de Avellaneda. Claro, el ex intendente Jorge Ferraresi, actual ministro de Desarrollo Territorial y Hábitat, tiene una gran relación con el ex vicepresidente, por lo que no hubo problemas para cederle el alojamiento.
La silenciosa llegada de Boudou, su esposa y sus hijos, pasó desapercibida al comienzo, pero poco a poco el rumor comenzó a circular entre los vecinos. La propia Ninci pudo registrar las comodidades de la propiedad con un video y tener algunos testimonios de gente del barrio que aseguró que el ex funcionario kirchnerista sólo dejó la casa en las vísperas de Nochebuena y Navidad, pero que ahora está nuevamente allí. Cuando fue excarcelado, la justicia dispuso que el ex ministro de Economía y ex vicepresidente de la Nación tiene que llevar puesto un dispositivo electrónico con GPS, con lo que es monitoreado para que no viole la restricción de alejarse de su domicilio declarado a una distancia mayor de 100 kms.
Según fuentes mediáticas informaron que los vecinos se enteraron que Boudou se mudó a Avellaneda a fines de Septiembre: “Cuando nos enteramos que se había instalado en una de las casas más lujosas del barrio, que estuvo desocupada mucho tiempo, algunos vecinos quisieron organizar un escrache”, contó una mujer que vive en esa misma cuadra. “Yo no lo compartí, no me parece, pero todos estamos muy descontentos de que esté acá. Además, hay mucha bronca porque todos creemos que el alquiler y los gastos los paga la municipalidad de Avellaneda”, agregó la vecina.
La nueva morada de Boudou está en la calle Elizalde, a metros de la Av. Mitre. Tiene 5 dormitorios, varios ambientes con livings, play room, escritorio y baños en las 4 plantas, un amplio parque, pileta de natación y quincho. Esta lujosa propiedad estuvo mucho tiempo desocupada, en alquiler. Hay varios vecinos que aseguran que a principios de 2020 fue alquilada por la propia municipalidad, reacondicionada y ahora habitada por el ex funcionario con arresto domiciliario. La justicia sabe que Amado Boudou cuenta con ingresos provenientes del alquiler de un departamento, una casa en México de su esposa, la pensión como ex vicepresidente de la Nación, ahorros y la ayuda de compañeros de la política.
Un nuevo capítulo en la agitada vida política y judicial de Amado Boudou. Con perfil bajo, pocos los ven en esta zona céntrica de Avellaneda. Mientras tanto, siguen los pedidos de sus allegados para que reciba el indulto presidencial. Sino, la indefectible nueva morada será la cárcel federal de Ezeiza. Ahí deberá cumplir la condena impuesta por la justicia federal, ratificada por la Corte Suprema.(TN)
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