En un fuerte gesto al Gobierno, Hugo Moyano se desmarcó de la posición de los popes de la CGT que temen por el avance del kirchnerismo en las obras sociales. El jefe de Camioneros, alineado con el oficialismo, salió a defender la reforma del sistema de salud que reflotó la vicepresidente Cristina Kirchner. El gremialista dijo que aunque no conoce “en profundidad” el proyecto cree que “será para mejor” para las prestaciones sanitarias.
El proyecto de reforma del sistema de salud que tiene en mente la cúpula kirchnerista es resistido por muchos de los caciques sindicales ante el miedo de perder las obras sociales, que generan el gran flujo de recursos de los gremios.
Moyano planteó: “Siempre que sea para mejorar la situación de la salud me parece razonable”. Sostuvo que no conoce “en profundidad esto que se viene anunciando” pero que aun así cree “que será para mejor”. Expresó que apoya “la discusión para mejorar el sistema de salud” aunque pidió “conocer el proyecto”.
El presidente de la Obra Social de Choferes de Camiones (Oschoca) advirtió que estas prestadoras “pasan por situaciones complicadas, porque los medicamentos aumentaron en forma impresionante”. Destacó que las obras sociales realizaron “un aporte importantísimo” durante la pandemia, que hicieron esfuerzos “para que la salud de los trabajadores sea atendida como corresponde” y que recibieron “gente de prepagas”.
En una fuerte defensa del Gobierno consideró que el presidente Alberto Fernández “está haciendo un esfuerzo muy importante para evitar que la pandemia produzca cosas más complejas, no solamente en la salud, sino también en lo económico”, en declaraciones a FM Futurock. Defendió las restricciones, al decir que “son medidas antipáticas pero que hay que tomar, porque son necesarias para cuidar la salud de la gente”.
El ex líder de la CGT ratificó su alineación al Gobierno en momentos en que negocia una paritaria del 52%. Se trata del mayor reclamo salarial pedido hasta el momento, que salta por encima de las proyecciones de inflación de las principales consultoras económicas.
Por su parte, la vicepresidente planteó el proyecto de reforma del sistema de salud a fines de 2020 y lo desempolvó esta semana, en un acto junto al gobernador bonaerense Axel Kicillof en La Plata en el que pidió “repensar todo el sistema de salud”. El proyecto genera resistencia en muchos gremios, ante el temor que el kirchnerismo se apropie de los fondos de las obras sociales.
La vicepresidente y su hijo Máximo Kirchner, jefe de bloque del Frente para la Victoria en Diputados, quieren quedarse con una abultada caja de unos $125.000 millones con la reforma del sistema de salud. La millonaria cifra surge de la facturación de $65.000 millones de las obras sociales y $60.000 millones de las prepagas, anticipó Marcelo Bonelli en TN. La cúpula del kirchnerismo busca quedarse con esta gran masa de recursos para financiar tanto a La Cámpora que lidera el hijo de la vicepresidente como una eventual candidatura de él a gobernador bonaerense o a presidente para las elecciones de 2023.(TN)
LA
