Otros dos cadáveres fueron encontrados entre los escombros del edificio que se derrumbó la semana pasada en Surfside, Florida, con lo que el total de fallecidos subió a 18, dijo la alcaldesa de Miami-Dade, Daniella Levine Cava. Dos de las víctimas eran niños, sumado a la mujer de 92 años de apellido Noriega señaló Cava en conferencia de prensa.
El número de habitantes del condominio cuyo paradero se desconoce es ahora de 145. Horas antes, las autoridades habían confirmado otras cuatro víctimas, por lo que a lo largo del día se han hallado seis cadáveres, la cifra más alta en un solo día a la fecha.
Las autoridades, encabezadas por la alcaldesa, insisten en que “se realiza una búsqueda intensa”, las 24 horas del día, y que, al mismo tiempo, “continúan las necesarias investigaciones que nos harán llegan al fondo de este desastre”.
Levine Cava recalcó que “expertos en ingeniería, construcción y geología”, entre otros, “revisan los pormenores para garantizar que una tragedia como esta nunca vuelva a suceder».
Por otra parte, la fiscal estatal, Katherine Fernández Rundle, confirmó su empeño de convocar “un gran jurado investigador que especifique qué sucedió en este lugar y por qué”.
“Tenemos una larga experiencia en investigaciones a través de grandes jurados”, señaló la fiscal Fernández Rundle.
Y añadió: “A raíz del huracán Andrew (1992)”, recordó, un gran jurado emitió un informe que ayudó a mejorar los códigos de construcción. También hizo recomendaciones para salvaguardar la salud de la Bahía de Biscayne, la supervivencia financiera del hospital público Jackson Memorial y la seguridad de la vivienda pública”.
Uno de los fallecidos reconocidos es
Hilda Noriega había puesto recientemente a la venta su condominio y planeaba mudarse con su familia. Ellos recibieron aviso el martes de que ella era la 12da víctima recobrada de los escombros del edificio Champlain Towers South en Surfside, Florida. Más de 140 personas seguían desaparecidas para el miércoles por la mañana.
Carlos Noriega, que es el jefe de la policía de la vecina North Bay Village, anunció la muerte en una declaración dada a conocer por la municipalidad.
“Los Noriega han perdido el ‘alma y corazón’ y la ‘matriarca’ de su familia, pero superaremos este tiempo con el amor incondicional por el que era conocida Hilda”, decía el comunicado.
Carlos Noriega y su hijo, Mike Noriega, acudieron al sitio cuando escucharon del derrumbe. Entre los escombros se tropezaron con recuerdos que vieron su vida en el sexto piso del edificio donde ella vivió por más de 20 años. Encontraron una vieja foto de Hilda con su difunto esposo y su bebé y una tarjeta de cumpleaños que amigos de su grupo de oraciones le habían mandado dos semanas antes en un sobre amarillo con una mariposa.
“Fue un mensaje en medio de todo esto”, dijo Mike Noriega, que habló por última vez con su abuela un día antes del desastre. “Significa no abandonar la esperanza. Tener fe”.
