Su temprana irrupción en el fútbol argentino y mundial, sus goles, sus sonrisas, sus récords y sus títulos siempre pusieron a Sergio «Kun» Agûero en un lugar en donde su juego y su manera de mirar la vida estuvieron en sintonía, hasta que su corazón lo obligó a ponerle fin a su carrera.
Debutó en Independiente a los 15 años, con Oscar Ruggeri como entrenador, luego llegó a España, donde fue ídolo en el Atlético Madrid consiguiendo títulos internacionales y pasó al Manchester City de la Premier League, lugar en que fue leyenda, pero que luego de una década abandonó para recalar en el Barcelona.
Durante ese período, su ligazón con la camiseta de la Selección argentina fue permanente, jugó los Mundiales de Sudáfrica 2010, Brasil 2014 y Rusia 2018, siendo compinche junto a Lionel Messi y compartiendo -de manera salteada- la delantera con Gonzalo «Pipita» Higuain.
Fue campeón con la Selección Sub 20 en dos mundiales, el de Holanda 2005 (fue gran parte suplente) y Canadá 2007, donde fue una de las figuras, además de lograr la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Beijing 2008, para luego conseguir también la Copa América 2021 con la Mayor, y dejar atrás los subcampeonatos en Chile 2015 y Estados Unidos 2016.
Donde fue marcó goles, pero no de cualquier tipo, sino decisivos y además en cantidad. Consiguió 385 tantos en 685 partidos: Independiente (23), Atlético Madrid (101), Manchester City (260) y Barcelona (1). En la Selección argentina jugó 97 partidos y marcó 42 tantos, siendo el tercer goleador con la camiseta albiceleste, detrás de
Messi con 80 y Gabriel Batistuta, con 54.
Pero los números de Agüero no solo lo llevaron a ser catalogado como uno de los mejores delanteros del mundo, sino que su juego fue acompañado por momentos épicos en la historia de los lugares por donde pasó.
Es que el «Kun» es el máximo artillero extranjero de la historia de la Premier con 182 goles y es el cuarto de la tabla histórica que lideran Alan Shearer (260), Wayne Rooney (208) y Andy Cole (187), a diferencia de estos tres el argentino marcó todos su goles con la misma camiseta.
Un gol suyo, agónico, le dio al «City» el título de la Premier League luego de 44 años y de ahí en más fue convirtiéndose en ídolo de la afición, y si bien logró todos los títulos posibles a nivel local, no pudo conseguir la Champions League, dado que perdió la final 2021 ante el Chelsea (1-0).
Una gambeta endiablada
Desde su irrupción en la Primera División de Independiente, con solo 15 años, Agüero deslumbró a todo el fútbol argentino, pese a que antes había sido rechazado en Lanús y Quilmes, su padre lo llevó al «rojo» que le ofrecía mejores posibilidades. Agüero, nacido en Quilmes y que creció en una vivienda humilde, pronto se ganó el cariño de la afición «roja», sobre todo por los goles que le marcó a Racing en clásicos que quedaron en la historia, pero no pudo alzar ningún trofeo.
Su traspaso al Atlético Madrid, tres años más tarde por 20 millones de dólares, colocó al «Kun» en un equipo con el que consiguió la Europa League y la Supercopa europea, y de ahí saltó al City por 35 millones de dólares. En el conjunto inglés consiguió marcar hitos a cada partido y con el correr de las temporadas, mientras que siempre fue un
nombre fijo en la Selección argentina, aunque no siempre con la titularidad a flor de piel.
Tras una década en los «citizen» y sin tener lugar en el equipo de Guardiola, Agüero logró el título número 15 con la obtención de la Premier League y tras perder la final de la Champions League se fue con el pase en su poder y recaló en el Barcelona.
En principio la alegría, tras la obtención de la Copa América con Argentina, era poder ver en un mismo club a Messi y Agüero, amigos desde muy jóvenes, pero el conflicto con la entidad «culé» y la «Pulga», motivó la salida del crack al PSG. Sólo una arritmia cardíaca pudo parar a Agüero y lo empujó a la decisión de colgar los botines, a los 33 años y con una carrera impecable.
Por Adrián Taccone
