Icono del sitio SUR DIGITAL

Esteban Bullrich mostró cómo se adapta con su hija a la Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA) que padece

Esteban Bullrich se adapta. Tras renunciar a su banca como senador de la Nación por el avance de su enfermedad, se lo vio disfrutar rodeado de sus afectos. “Ayer fuimos a Temaikén en familia. Mi hija Paz manejó mi silla. Felicidad”, escribió Bullrich.

Esteban Bullrich se despidió el año pasado del Senado de la Nación, rodeado de su familia y con un discurso que conmovió a todos sus pares. Ayudado por una plataforma de voz y al lado de su esposa, María Eugenia Sequeiros, no pudo evitar romper en llanto en varios tramos de sus palabras.

El dirigente del PRO padece de Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA), lo que le dificulta el habla y la movilidad. Sus hijos -que estaban en los palcos- se también se emocionaron. En ese discurso, había expresado su deseo de pasar más tiempo en familia.

 “El tiempo que viene lo dividiré entre mi familia que merece tenerme presente después de tantos años de compartirme con ustedes”, aseguró.

El día que el ex senador hizo pública su enfermedad, contó sobre diversos momentos de su vida donde tuvo que afrontar difíciles circunstancias. Uno de ellos fue cuando su hija Luz batalló con un cáncer a los 7 años y con un tumor a los 13.

Esteban Bullrich donará parte de su sueldo de senador para asistir a pacientes con ELA

En 2017 en una entrevista con Luis Novaresio en Debo Decir (América), el periodista le preguntó qué le había pasado por la cabeza cuando se enteró que su hija tenía cáncer y él respondió: “Por el corazón pasaron más cosas. Se te achica, se te estruja. La cabeza funciona mal”.

Al dar detalles de lo que vivió la joven, agregó: “Luz estuvo casi un mes encerrada en un cuarto por un autotrasplante de médula. Fue el último tratamiento que tuvimos que hacer. Después estuvo casi un año en casa, no podía salir”.

Superado el cáncer, en 2013 le encontraron un tumor en el hígado a su hija y esto hizo que el ex ministro de Educación, abrazado a su fe en Dios, le escriba una carta a Jorge Bergoglio: “Se la mandé a través de un amigo en común, Guillermo Marcó, que fue a Roma, y le pedí que rezara”. La respuesta de Francisco no tardó en llegar: “Me dijo ‘estoy rezando’”.(TN)

LA

Salir de la versión móvil