Alberto Fernández cierra acuerdos. Alberto Fernández compartió este Martes un almuerzo con el ex presidente de Bolivia Evo Morales, a menos de dos semanas de su viaje a Washington para encontrarse con el mandatario de Estados Unidos, Joe Biden.
Evo Morales se encuentra de visita en el país desde el Lunes, cuando ofreció una clase magistral en la Universidad Nacional de Rosario. El almuerzo en la Casa Rosada, fue la única actividad oficial del día, en medio de las turbulencias económicas y la tensión con el sector que encabeza Cristina Kirchner.
Participaron del encuentro la portavoz de la Presidencia, Gabriela Cerruti; el interventor de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), Agustín Rossi; el embajador designado en Venezuela, Oscar Laborde, y los diputados nacionales oficialistas Carlos Heller y Eduardo Valdés.
La reunión con Morales, de discurso fuertemente antiestadounidense, se da a días de un encuentro clave: Alberto Fernández tiene previsto conversar con Biden en una bilateral programada para el próximo 25 de Julio, en Washington DC. El apoyo del mandatario norteamericano es determinante ante una eventual renegociación del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) firmado por el ex ministro de Economía Martín Guzmán.
Por otra parte, en el Boletín Oficial quedó oficializado este Martes el Acuerdo Marco de Cooperación para el Desarrollo Agrícola entre Argentina y Cuba, reclamado por el gobierno de Miguel Díaz Canel al vicejefe de gabinete, Jorge Neme, quien visitó la isla a principios de Mayo.
Hubo además otro gesto hacia Nicaragua, el país que Daniel Ortega continúa gobernando a pesar de las repetidas denuncias por violaciones a los derechos humanos, proscripción y persecución de opositores políticos.
El Lunes, el ministro de Cultura, Tristán Bauer, tuvo en su agenda una reunión virtual con su par del instituto nicarguense de cultura, Luis Morales Alonso, y el director del teatro nacional Rubén Darío de ese país, Ramón Rodríguez, para “coordinar una agenda de trabajo bilateral entre ambos países”.
Así, el Gobierno mantiene su estrategia de “equilibrio” en materia internacional, con algunos gestos hacia los gobiernos de izquierda de la “Patria Grande” mientras intenta mantener una buena relación con los Estados Unidos, un actor clave para la estabilidad macroeconómica.(tn)
(LA)