Qué es la Hiperhidrosis?

Por Dr. Guillermo Capuya – Médico Periodista Científico – M.N. 65404

Transpirar es un fenómeno normal en los humanos que nos permite mantener una temperatura corporal estable.
Es una condición sumamente molesta y limitante que interfiere con la vida social y profesional, así como las actividades diarias personales.
Afecta al 2% de la población y, por igual, a hombres y mujeres. En la mitad de los casos hay antecedentes familiares, motivo por el cual podemos considerarla una enfermedad hereditaria.

Responde a una sobre estimulación de las glándulas sudoríparas por parte del nervio simpático. No puede ser controlada por la voluntad, de hecho cuanto más se percibe o más se piensa en ella, más se transpira. Es una enfermedad, con profundas implicancias negativas en la vida diaria y no un ”simple” problema estético. Es también conocida como Hiperhidrosis Emocional, dado que es característico transpirar más ante situaciones de estrés o tensión emocional. Curiosamente, durante el sueño no se transpira.

Lamentablemente hay una subestimación, por desconocimiento, tanto familiar como profesional en consulta. La tendencia es a minimizar el problema, (“eso no es nada, no sabés lo que es estar enfermo”, “ya se te va a pasar, sos muy nervioso/a…”, “cuando te cases o cuando tengas hijos se te va a ir…” “yo también transpiraba mucho y se me fue…), todo esto genera, sobre todo en adolescentes, mucha angustia, incomprensión, ansiedad y depresión.

También causa dificultad en la manipulación de papeles, lápices, botones, herramientas, equipos electrónicos o instrumentos de música. La necesidad de evitar el saludo de manos obliga a muchas personas a buscar ayuda.
Hay dos tipos:
• Hiperhidrosis primaria:
Representa más del 90 % de los casos.
No tiene relación directa con la temperatura ambiental y se debe a un exceso de estímulos nerviosos emitidos por el nervio simpático y aumenta por por estrés emocional. Las zonas más afectadas son las palmas de las manos, axilas, plantas de los pies y la región cráneo-facial. Este tipo de hiperhidrosis tiene un patrón bilateral y simétrico, generalmente comienza antes de los 25 años y puede estar asociada con antecedentes familiares (30 al 65% de los casos). .
• Hiperhidrosis secundaria:
Este tipo de hiperhidrosis suele ser consecuencia de otras enfermedades o condiciones médicas como, por ejemplo, diabetes, tumores, hipertiroidismo, menopausia, cardiopatías, entre otros) o bien puede ser causada por determinados medicamentos.
En estos casos hay mayor probabilidad de que la hiperhidrosis sea generalizada, que esté presente durante el sueño, y puede manifestarse luego de los 25 años y carecer de antecedentes familiares.
Según su gravedad se puede clasificar mediante el uso de la HDSS
• Hiperhidrosis severa.
• Hiperhidrosis moderada.

HDSS (Hyperhidrosis Disease Severity Scale), es una escala que mediante una serie de preguntas en las que se toma en cuenta la tolerabilidad de sudoración y su interferencia con actividades de la vida cotidiana, determinan la gravedad de la hiperhidrosis y su rango de incapacidad hacia la calidad de vida. El paciente escoge el anunciado con el que mejor se identifica.
HDSS
Pregunta:
¿Cómo catalogaría la gravedad de su hiperhidrosis? Puntaje
Mi sudoración nunca es notable y no interfiere con mis actividades diarias 1
Mi sudoración es tolerable, pero a veces si interfiere con mis actividades diarias 2
Apenas es tolerable y frecuentemente interfiere con mis actividades diarias 3
Mi sudoración es intolerable y siempre interfiere con mis actividades diarias 4

Interpretación de puntaje:
4-3: Hiperhidrosis severa
2: Hiperhidrosis moderada
1: Ausencia de hiperhidrosis

Tratamiento – El objetivo es control de la sudoración excesiva. Los tratamientos pueden ser físicos, químicos, quirúrgicos o una combinación de ambos

• Antitranspirantes de venta con receta. Puede utulizarse productos con cloruro de aluminio en mayor concentración que los antitranspirantes comprandos en supermercados y perfumerías. Estos pueden irritar la piel y los ojos. Generalmente, se aplica en la piel afectada antes de dormir.
• Cremas recetadas. Que contenga glicopirrolato podría ayudar para la hiperhidrosis que afecta la cara y la cabeza.
• Medicamentos para bloquear los nervios. Algunos medicamentos orales (anticolinérgicos) bloquean las sustancias químicas que permiten que determinados nervios se comuniquen entre sí. Esto puede reducir la sudoración. Los posibles efectos secundarios comprenden arritmias, sequedad de boca, visión borrosa y dificultad para orinar.
• Antidepresivos. Algunos medicamentos para tratar la depresión. También pueden ayudar a reducir la ansiedad que empeora la hiperhidrosis.
• Inyecciones de toxina botulínica (Tipo A). El tratamiento con toxina botulínica (Bótox, Dysport, otros) bloquea temporalmente los nervios que causan sudoración. Debido a las molestias dolorosas de las inyecciones se aconseja frío o anestesia para la piel. Se necesitan varias inyecciones para cada zona del cuerpo afectada. El efecto puede durar hasta 12 meses y, luego, se debe repetir el tratamiento. En algunas personas se puede presentar debilidad muscular temporal en la zona tratada.

Cirugías y otros procedimientos
Terapia por microondas. Elimina el sudor y el mal olor (bromhidrosis) en las axilas. Se utiliza un dispositivo que emite energía térmica para destruir las glándulas sudoríparas. Son dos sesiones 90 minutos con diferencia de tres meses. Los posibles efectos secundarios son un cambio en la sensibilidad de la piel y un poco de molestia. Reduce el sudor en un 82 % y al 89 % de los pacientes ya no les molestaba el olor.

Extracción de las glándulas sudoríparas. Si solo existe sudoración excesiva en las axilas, puede ser útil extraer las glándulas sudoríparas. Si no hay respuesta a otros tratamientos, una opción podría ser el legrado por aspiración, una técnica mínimamente invasiva.
• Iontoforesis. Pasar corriente eléctrica de bajo voltaje a través de la piel. La iontoforesis hace que las proteínas superficiales de la piel se coagulen y bloqueen parcialmente los conductos sudoríparos.
• Simpatectomía.
La cirugía es una alternativa válida ya que termina con la sudoración de manera definitiva en más del 95% de los casos. Se efectúa mediante la asistencia de videotorascopía (VATS). Bajo anestesia general se realizan dos pequeñas incisiones a la altura de la axila y se coloca una cámara especialmente diseñada para ver dentro del tórax. Con esta cámara se buscan los nervios que salen de la columna vertebral y llevan los impulsos nerviosos a las glándulas sudoríparas.

Para acceder a estos nervios se colapsa el pulmón. Una vez identificados, estos nervios se cortan en lugares específicos con el fin de detener la sudoración de manera permanente. Concluido el procedimiento de un lado del tórax, se re-insufla el pulmón y se realiza del otro lado. Habitualmente no es necesario colocar ningún drenaje y se despierta a los pacientes al término de la cirugía. A las pocas horas se reanuda la dieta por boca y se suspende la hidratación endovenosa. De ser necesario, se utilizan analgésicos por boca.

Entre 12 y 24 horas después del procedimiento se encuentran en condiciones del alta hospitalaria.
La recuperación continúa en la casa del paciente y no existen contraindicaciones médicas para retomar las actividades habituales una vez que el dolor haya cedido, lo que ocurre a los pocos en la mayoría de las personas. El retorno al trabajo será tan pronto como la persona se sienta bien y para las actividades físicas debe esperar entre 10 y 15 días.

El efecto adverso más común de esta cirugía es la sudoración compensadora, que consiste en la transpiración en otra parte del cuerpo una vez eliminada del lugar que originó la consulta del paciente. Existe la posibilidad de que un paciente al que se le realizó tratamiento quirúrgico por hiperhidrosis palmar, por ej., presente sudoración en otra parte del cuerpo, por lo común en la espalada, piernas o pies. Puede ser leve o severa y no se puede pronosticar en qué casos se puede llegar a desarrollar.
Tener en cuenta que una vez seccionados los nervios que llevan las señales a las glándulas sudoríparas, no hay forma de volver a conectarlos, o sea los efectos de la cirugía no se pueden revertir. Sin embargo, la mayor parte de los pacientes que experimentaron este efecto adverso sostienen que volverían a realizar la cirugía ya que el beneficio de que desaparezca la sudoración del lugar que más les molestaba supera ampliamente el efecto adverso.

Un viejo aforismo dice: “Los problemas de la piel raramente terminan con la vida, pero a menudo la arruinan”.

Acerca de Oscar Posedente 12821 Articles
Periodista, locutor, actor y editor de Semanario Argentino y de Radio A de Miami. Director de Diario Sur Digital.