
Una política del gobierno de Estados Unidos para expulsar de manera expedita a la mayoría de los migrantes detenidos a lo largo de sus fronteras durante la pandemia de coronavirus fue prorrogada indefinidamente el martes, y un funcionario de salud de alto rango alegó que lo que había sido una orden a corto plazo seguía siendo necesaria para proteger al país del COVID-19.
La orden emitida por el doctor Robert Redfield, director de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés), autoriza a la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) a expulsar de manera expedita a migrantes, incluidos los solicitantes de asilo, con el fin de evitar la posible propagación del virus mientras están detenidos.
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