Además de anunciar que no se recibirán vuelos procedentes de Brasil, México y Chile, dispuso que todos los viajantes deberán hacerse un testeo antes de abordar el avión con destino a Argentina, otro al llegar al país y uno más al séptimo día de ingreso, con el costo a cargo del pasajero.
Así es que desde el Ejecutivo recomiendan enfáticamente «no viajar al exterior» con fines turísticos.
En ese contexto, las agencias de turismo y aerolíneas recibieron decenas de consultas y pedidos por reprogramaciones para los vuelos. Si bien cada caso es particular, entre otros consejos, los especialistas remarcan la importancia de sacar pasajes flexibles (la mayoría de las aerolíneas los ofrecen) y reservar hoteles con cancelación gratuita.
«Cada caso es particular y hay que contemplar las circunstancias de cada viajero para llevar las mejores opciones disponibles y viables que brindan los proveedores.
En el caso de los vuelos afectados por las restricciones recientes, «casi todas las líneas aéreas extendieron la validez de los boletos hasta el 2022, mientras que algunas están permitiendo reprogramar sin costo, siempre que el viaje se realice antes del 15 de diciembre de este año».
«En cuanto a reembolsos, algunas lo ofrecen en forma de crédito de viaje con vigencia de 12 meses, y otras como devolución por vuelo cancelado», sostuvo Cristi, quien agregó: «Con respecto a nuevas compras, ninguna aerolínea está cobrando multa por cambio de fecha voluntario, aunque algunas sí aplican diferencia tarifaria».
«En realidad, viajar no está prohibido. Es una elección muy personal. Es una cuestión de gustos y bolsillos: es decir que se puede viajar, pero con muchos recaudos», señaló Matías Mute, fundador del sitio Promos Aéreas, quien a modo de consejo agregó: «Lo que brindó la pandemia es el concepto de flexibilidad. Antes, cambiar un pasaje llegada la fecha de vuelo era carísimo».
«A veces, era más barato perderlo y sacar uno nuevo. Ahora, todas las aerolíneas se han flexibilizado. Y lo mismo en el caso de los hoteles. Así que un consejo sería: si vas a viajar, comprá pasaje flexible y un hotel con cancelación gratuita», explicó. Mute remarcó además que, justamente por una cuestión de demanda, los pasajes en general están «baratos«. «Por ejemplo, históricamente un vuelo a Tokio salía unos u$s1.800. Hoy es posible conseguirlo por u$s600.
Es una cuestión de aversión al riesgo, pero nunca más se va a poder volar a Tokio por ese dinero», agregó el especialista, quien también remarcó como factor determinante el atraso cambiario actual.
Una recomendación en general que se hace para los viajeros que deban volver desde el exterior desde los destinos que cerraron, como México, Chile y Brasil, es que se pongan en contacto con la aerolínea o con el aeropuerto. «En esta instancia son, junto a la embajada argentina, las tres únicas organizaciones que pueden gestionar una solución», señalaron al respecto.
Más allá de la flexibilidad con que cuenta el ticket, en algunos casos es posible que el pasajero deba afrontar un gasto extra. «Respecto a la diferencia de tarifa, no se puede saber exacto, porque depende de la política comercial de la aerolínea, del tipo de pasaje comprado, la ruta, la temporada de viaje del pasajero, la flexibilidad del ticket adquirido, entre otras variables», señalaron desde una agencia, y agregaron: «En muchos casos, los tickets comprados eran súper flex, lo que permite cambio sin penalidad ni diferencia de tarifa. Pero, dependiendo de la aerolínea, se puede cobrar diferencia de tarifa si el pasajero cambia de temporada o de destino, por ejemplo». (Fuente IProfesional)
