En una reciente entrevista, el gobernador de Florida y precandidato presidencial republicano, Ron DeSantis, se pronunció sobre la posibilidad de que el expresidente Donald Trump enfrentara cargos judiciales y la eventualidad de que fuera enviado a prisión.
DeSantis defendió la idea de que poner tras las rejas a un expresidente, especialmente alguien de casi 80 años, «no sería en beneficio del país». Desde su perspectiva, como una figura importante dentro del Partido Republicano en busca de la Casa Blanca, encarcelar a un expresidente de edad avanzada no contribuiría al bienestar de la nación.
En caso de que Trump fuera condenado por alguna acusación, el gobernador sugirió que estaría dispuesto a «perdonarlo» si asumiera la presidencia. Para DeSantis, el acto de perdón sería un gesto «a favor» del país y su estabilidad.
Tanto como presidente y gobernador, DeSantis reconoció que el indulto es una herramienta poderosa que puede utilizarse para mostrar clemencia y rectificar injusticias. De hecho, como gobernador de Florida, ha ejercido este poder, pero enfatiza que cada caso debe ser evaluado individualmente para determinar si el perdón es lo mejor para la sociedad en general.
Cuando se le preguntó específicamente sobre Trump, DeSantis enfatizó que cualquier trato injusto basado en la política o el uso de armas debería ser revisado y, si fuera necesario, perdonado. Su enfoque, según sus palabras, es «garantizar» que todas las personas reciban un trato justo y equitativo bajo la ley, sin importar su estatus o relevancia mediática.
La postura de DeSantis se da en un momento en que las encuestas para las primarias republicanas no le son favorables. Donald Trump lidera la contienda por la nominación presidencial del partido con un 47%, muy por encima del 19% del gobernador de Florida, según una nueva encuesta de Reuters/Ipsos. Además, otro sondeo para las primarias en New Hampshire reveló que el 37% de los posibles votantes apoyarían a Trump, mientras que el 23% dijo que planeaba respaldar a DeSantis.
