El Gauchito Gil, cuyo nombre real era Antonio Mamerto Gil Núñez, es una figura legendaria y un santo popular de la cultura folclórica argentina. Aunque no es reconocido oficialmente por la Iglesia Católica, el ha alcanzado un estatus mítico entre las creencias populares, especialmente en la región del Litoral, y su culto se ha difundido por todo el país y más allá de sus fronteras.
Nacido alrededor de 1840 en Pay Ubre, cerca de Mercedes, en la provincia de Corrientes, el Gauchito Gil es considerado un héroe de los pobres y desfavorecidos. Su vida, marcada por eventos tumultuosos y un destino trágico, se ha convertido en una historia de resistencia, fe y milagros.
Según la leyenda, Gil fue reclutado a la fuerza para luchar en la Guerra de la Triple Alianza (1864-1870), que enfrentó a Argentina, Brasil y Uruguay contra Paraguay. Tras regresar a su hogar, se vio envuelto en las guerras civiles argentinas, alineándose con el partido liberal.
Después de negarse a asesinar a un líder del partido contrario, fue declarado desertor y perseguido por las autoridades.
El relato de su muerte es donde se mezclan más intensamente la historia y el mito. Capturado por la policía en 1878, fue colgado de los pies en un árbol de espinillo y preparado para ser degollado.
Antes de su ejecución, Gil profetizó la muerte del hijo de su verdugo y afirmó que, si rezaban en su nombre, el niño sanaría. La profecía se cumplió, y el hijo del verdugo sanó milagrosamente, comenzando así el culto al Gauchito Gil.
Cada 8 de enero, fecha de su muerte, miles de devotos peregrinan al santuario ubicado en Mercedes para rendirle homenaje, agradecer milagros concedidos o solicitar su protección. El sitio está adornado con cintas rojas, color asociado a su figura, y se realizan ofrendas, promesas y rituales.
Su veneración refleja un sincretismo de creencias religiosas y populares, siendo un símbolo de resistencia ante la adversidad y protector de los marginados.
