«Marina Calabró tomó la decisión de renunciar a su columna de espectáculos en el programa ‘Lanata Sin Filtro’, transmitido por Radio Mitre. La noticia fue confirmada por Ángel de Brito en su programa de streaming, ‘Bondi’. Según De Brito, la renuncia estaba planeada desde el 19 de Marzo, pero la retuvieron debido a la importancia de Marina en el medio de comunicación. Aclaró que la renuncia no tiene relación con Rolando Barbano, sino que se debe a la reducción de su espacio en el programa: pasó de tener una hora para su columna a solo 15 minutos, compartidos con otros columnistas.
Marina Calabró, en diálogo con Teleshow, confirmó que venía considerando esta decisión desde hace tres meses. A pesar de la situación, Jorge Lanata fue comprensivo y cariñoso al respecto. Calabró afirmó que la renuncia es estrictamente profesional y no hay razones ocultas detrás de ella.
La noticia llega en un momento destacado para la comunicadora, ya que recientemente ganó un premio Martín Fierro por su labor periodística en radio el pasado 16 de Junio.»
Al recibir su estatuilla como mejor columnista de espectáculos, Marina pronunció un emotivo discurso. “Quiero dedicárselo a mi padre, aunque sé que fue competencia desleal, porque él es el Cala desde arriba”, expresó, en memoria de Juan Carlos. “A mi madre, antes de que Ángel de Brito me escriba y me diga: ‘Te olvidaste de Coca’. A Iliana, que está pendiente de todo; a veces quiero matarla, pero la quiero. A Mía, quien soporta mis cuatro trabajos y está incondicionalmente a mi lado, aunque yo sea la madre. Gracias, APTRA”. Y cuando parecía que había concluido, lanzó la estocada final: “Quiero compartirlo con mi amor. Sí, contigo, Rolando. Gracias”.
Esta situación generó numerosos comentarios en las redes sociales durante varios días, tras el desaire de su compañero y expareja, quien al recibir su premio Martín Fierro omitió mencionarla. “Quiero dedicárselo especialmente a Jorge Lanata; esperamos que esté con nosotros pronto, lo queremos, lo amamos. Estoy agradecido con él por mostrar mi trabajo y siempre lo estaré”, comenzó. Luego, mencionó al equipo, pero evitó nombrar a personas específicas. “Este premio me hace feliz porque reconoce al periodista judicial. Nuestro trabajo consiste en contar historias humanas, tratando de estar cerca de las víctimas y alejados del poder, que siempre seduce y busca la obsecuencia”.
Finalmente, mencionó algunos nombres, aumentando la expectativa. “Para mí es importante recibir este premio, compartiéndolo con mi hijo Rocco, a quien se lo dedico, y con mi hija Nina, que está en casa. También a mi querido padre, mi madre, mi hermana, mis amigos y la gente de la 271”.
Y así concluyó, sin pronunciar lo que el público ansiaba escuchar. Ni «Marina, ni «mi amor», ni «mi novia». Los abucheos del público resonaron cuando finalizó su discurso. Desde entonces, vivieron con esa tensión que a veces se percibe en el día a día del programa, miradas incómodas y los ojos vidriosos de Marina con el inconfundible semblante de quien siente que su amor no fue correspondido.
LA
