Hace unos días estuve en la ciudad de Punta del Este de Uruguay y realice un evento que lo nombré “Punta del Este Medita” y fue un encuentro que dio el cierre a la temporada de verano de esa ciudad. Mi propuesta fue la siguiente: todos podemos meditar, en cualquier sitio y momento.
Por eso la meditación que realice fue en un formato bien amplio para todo tipo de personas. Fue para aquellos que entienden del tema y llevan tiempo practicando, como aquellos que se han querido acercar y conocer por primera vez de que se trata esta tema. Muchas personas cuando escuchan sobre meditación la primer imagen que les aparece en la mente es un monje tibetano rapado con su toga naranja y con los ojos cerrados.
Y cuando piensan el lugar donde se puede meditar es muy posible que imaginen un sitio lleno de almohadones cómodos y lleno de incienso.
Si bien todo lo que te acabo de describir son situaciones de la meditación, quiero que sepas que meditar no sólo es eso.
Meditar también lo puedes hacer tomando un café de pie en una cafetería situada en el centro de la ciudad y con la vestimenta de tu trabajo. Meditar se puede hacer en cualquier lado, por eso te invito a que la practiques constantemente y no esperes el momento y el sitio adecuado porque todos los momentos y todos los sitios son los adecuados.
Por supuesto que si lo haces en un lugar silencioso y donde puedas procurar toda tu comodidad es mejor, pero no dejes de practicar y no esperes a iniciarte esperando a tener la mayor comodidad y el silencio perfecto.
Esta práctica tiene muchos beneficios, algunos son: mejora la memoria, baja el estrés y las ansiedades, reduce la presión sanguínea, mejora la inteligencia, te ayuda a desarrollar la empatía con los demás, la salud física, mental y emocional mejoran en general y aumenta la felicidad entre tantas otras cosas.
Por eso te aliento a que comiences hoy. En el “hacer” y en la perseverancia vas a ir mejorando tu meditación. Si la respiración en tus primeros intentos no es la correcta no importa, tampoco si la mente se va de aquí para allá y no la puedes tener 100% en la concentración.
Eso se corrige con el tiempo no te preocupes, lo importante es que inicies y progresivamente mejores y en el camino vayas disfrutando de todos los beneficios que trae el meditar.
Tampoco te preocupes por el tiempo que le dediques. Algunas escuelas de meditación te piden dos horas como mínimo, otras más tiempo y otras menos. Si por lo menos puedes dedicarle cinco minutos sirve.
Los días que puedas dedicarle más tiempo lo haces pero por lo menos cinco minutos diarios pueden hacer una gran diferencia. Si eres de las personas que no esta tan familiarizadas con la meditación, te invito que investigues.
Vas a encontrar muchos formatos de meditación, algunos hasta te piden que te alimentes de una forma específica, que te sientes de una manera determinada y cosas por el estilo.
Todas son correctas.
Pero mi recomendación es que no encierres a tu práctica de meditación sólo a eso, hazlo en cualquier momento y lugar porque de todas formas sirve. Seguramente te preguntarás cual de todas las variaciones del meditar es la mejor.
Yo tengo la respuesta: la que a ti te guste y mejor te haga. El sentirte bien es mucho más sencillo de lo que crees. Recuerda #CuandoSeQuiereSePuede
