Intendentes de Juntos por el Cambio en el conurbano e interior de la provincia de Buenos Aires coincidieron en la necesidad de tomar en cuenta la economía para acompañar las medidas sanitarias en la lucha contra el coronavirus.
Exhortaron al gobernador de Buenos Aires, Axel Kicillof, a dialogar con los municipios y verificar protocolos, en lugar de concentrar todas las decisiones políticas en sus oficinas de La Plata.
“Tenemos que pasar a una cuarentena informada e inteligente: no es abrir todo de golpe, tampoco abrazarse únicamente a infectólogos. Hay que trabajar con criterio, si no vamos a tener una crisis social aún más grande”, analizó Diego Valenzuela, intendente de 3 de Febrero.
Jorge Macri, intendente de Vicente López, exigió a Kicillof mejorar su relación con los municipios. “Le pido a Kicillof que nos respete. Tenemos una responsabilidad, hemos sido elegidos por la gente. Muchos han visto cómo se les ha derribado el trabajo de años en 75 días. Es indignante y desequilibra a muchos”, apuntó.
Miguel Fernández, intendente de Trenque Lauquen con estudios médicos, fustigó el condicionamiento de 21días sin casos para autorizar apertura de actividades. “Es un criterio muy discutible. ¿Contados desde cuándo? ¿Qué pasa si luego hay un caso? ¿Se echa todo atrás? Al comienzo la cuarentena fue efectiva, la gente lo tomó bien. Pasó el tiempo, la gente está agobiada, hay angustia por lo económico”, dijo.
Desde el interior de la provincia, en Arenales, Érica Revilla, denunció la angustia de los vecinos por el temor de perder sus trabajos en medio del confinamiento en un distrito sin tantos infectados. “Llegó primero la emergencia económica que la pandemia. Hay que cuidar la psiquis de la gente, que lo que quiere es trabajar. Si hubiera algún caso, estamos preparados”, expresó.
Néstor Grindetti, entretanto, remató: “Queremos estar cerca de la gente, de los vecinos. “En la provincia no terminan de salir de ese discurso de los comercios. Nosotros estamos para escucharlos. Buscamos soluciones. No nos gustan las chicanas”.
El dirigente Luis Otero sugirió a la provincia modificar la línea de su discurso por el bien de la gente. “Kicillof apeló al miedo. Ninguna enfermedad está buena. Lo que la gente necesita es saber cómo van a cuidarlos, cómo vamos a salir de esto”, expresó.
