El Martes 9 de Junio, el Obispo diocesano Monseñor Rubén Frassia recibió en la sede del Obispado Avellaneda- Lanús, al Defensor del Pueblo de Avellaneda Daniel García.
Como estaba previsto, el Obispo diocesano, Monseñor Rubén O. Frassia recibió, el Martes 9 de Junio, en la sede del Obispado, al Defensor del Pueblo de Avellaneda, Daniel García, acompañado por el Defensor adjunto Rodrigo Galetovich. Participó también de la reunión el Vicario General de la Diócesis, Mons. Rubén Oscar López
En un clima de diálogo ameno y cordial, se tocaron temas referentes a la actual situación de pandemia y las distintas dinámicas que produce en cada uno de los que nos vemos afectados por la misma.
El Obispo pidió explícitamente al Defensor del Pueblo que se vea la posibilidad de gestionar, desde su competencia, la apertura de los templos parroquiales (sin ningún tipo de celebración) garantizando, con el protocolo adecuado, el cumplimiento de las prescripciones sanitarias vigentes, a fin de que los fieles tengan un lugar donde poder expresar su fe más allá de las celebraciones que se están realizando vía streaming.
Se subrayó que es importante para la comunidad cristiana católica que se pueda nuevamente encontrar en oración, aunque sea individualmente, en la casa de todos que es la Parroquia o la Capilla del barrio y se observó, asimismo, que la pandemia no trae aparejados solamente problemas de salud en primer lugar y también económicos (de por sí graves para todos) sino además una serie de situaciones propias del aislamiento social que los fieles pueden llevar, mejor a través de su vida espiritual, y los templos y los lugares de oración, son un ámbito reparador y sanador fundamental.
El Defensor del pueblo entendió perfectamente el planteo, y expresó su buena disposición para contribuir en la medida de sus posibilidades.
Finalmente, ante los hechos de público conocimiento con respecto al traslado del P. Fernando Abraham, el Defensor del pueblo, comunicó su inquietud al Obispo diocesano por los hechos acaecidos y la difusión que tuvieron.
El Obispo aclaró, por su parte, que, más allá de lo expresado en el video, que no comparte bajo ningún aspecto, se trató de una comunicación privada, que alguien, desconociendo o no la gravedad de su accionar, viralizó, vaya a saber con qué intenciones, en las redes sociales.
Ambos coincidieron en la necesidad de colaborar para que estos hechos no vuelvan a repetirse y el Obispo se comprometió a hacer todo lo que esté de su parte para que se eviten situaciones de este tipo.
La reunión, luego de 45 minutos, terminó con el clima de diálogo y fraternidad con que había comenzado, comprometiéndose los participantes a seguir trabajando juntos por el bien común de todos los ciudadanos de Avellaneda.
