En su discurso, el Presidente pidió solidaridad para “construir una Argentina distinta” y resaltó “Vine a terminar con los odiadores seriales”
En el acto, desde Olivos, por el Día de la Independencia Argentina, el presidente Alberto Fernández aseguró que una de sus misiones al frente del Gobierno es «terminar con los odiadores seriales».
En su alocución prevaleció la armonía como mensaje y resalto «Vine a terminar con los odiadores seriales y vine a abrir los brazos para que nos unamos. No vengo a instalar un discurso único. Celebro la diversidad en la Argentina. De todo tipo, de género e ideológica. La celebro, pero necesito que sea llevada adelante con responsabilidad y la primera responsabilidad es no mentir, decir la verdad y respetarnos», señaló Fernández.
El mandatario encabezó por videoconferencia el acto central del 204° aniversario de la declaración de la Independencia argentina, al que también fueron convocados gobernadores, los empresarios del Grupo de los 6, la CGT y la cúpula de las fuerzas armadas.
En Olivos estuvieron presentes los titulares de la Unión Industrial Argentina (UIA), la Cámara Argentina de Comercio (CAC), la Cámara de la Construcción (Camarco), la Sociedad Rural, la Asociación de Bancos Argentinos (ABA) y la Bolsa de Comercio; como así también el titular de la CGT, Héctor Daer, y otros dirigentes de la central obreras.
En tanto, los 23 gobernadores y el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, participaron del acto por teleconferencia. «Yo prometí que el Gobierno iba a ser el gobierno de un presidente y 24 gobernadores. Esos 24 gobernadores están hoy junto a mi, unidos y trabajando para afrontar lo que nos toca», destacó Fernández al iniciar el acto.
En tanto, los actos conmemorativos, sin público, comenzaron el Miércoles por la noche, con una Gala en el Teatro San Martín de Tucumán, transmitida por el canal de YouTube del Ente Cultura de Tucumán y el Canal 10 provincial, indicaron en la página web de Comunicación Pública del Gobierno provincial.
Luego del Solemne Tedeum, presidido por el arzobispo Carlos Sánchez, del que participó también un reducido grupo de autoridades, encabezados por el gobernador, Juan Manzur, y su esposa, Sandra Mattar Sabio y la vigilia en la Casa Histórica, como todos los años, se entonó el Himno Nacional con la presencia del gobernador de Tucumán, Juan Manzur junto a un reducido grupo de autoridades del Poder Ejecutivo, Legislativo y Judicial, entre otros.
