Un grupo de investigadores israelíes anunció que crearon una máscara facial reutilizable que puede matar el coronavirus con calor, al extraer energía del cargador de un teléfono móvil.
El proceso de desinfección dura unos 30 minutos, y los usuarios no deben usar la máscara mientras está enchufada, dijo el profesor Yair Ein-Eli, quien dirigió el equipo de investigación en la Universidad Technion en Haifa.
La nueva máscara tiene un puerto USB que se conecta a una fuente de alimentación (como un cargador de teléfono celular estándar), que calienta una capa interna de fibras de carbono a 70 grados C, lo suficientemente alta como para matar virus.
Ein-Eli dijo que las máscaras desechables, de gran demanda a nivel mundial durante la pandemia, no son económicas ni ecológicas.
«Hay que hacerlas reutilizables y amigables con el medioambiente, y esta es nuestra solución», dijo.
El profesor Allon Moses, experto en enfermedades infecciosas en el Centro Médico Hadassah de Jerusalén, dijo que «no había duda» de que una exposición de media hora al calor de 70 grados mataría el coronavirus.
Pero advirtió que el calentamiento repetido podría «dañar el papel o la tela de la máscara y arruinar su capacidad de protección contra enfermedades en el futuro».
Durante las pruebas, el prototipo estuvo expuesto a 20 ciclos de calentamiento, cada uno durante media hora, sin impacto en la durabilidad, dijo Ein-Eli.
«Podemos garantizar hasta unas pocas docenas de ciclos, sin ningún riesgo», agregó.
El prototipo se parece a una máscara facial N95 estándar, con una válvula en la parte delantera, y bandas para mantenerla en su lugar alrededor de la cabeza.
Los investigadores presentaron una patente para la máscara en los Estados Unidos a fines de marzo, y dicen que están discutiendo la comercialización del producto con el sector privado. Se estima que su precio de venta será de USD 1 sobre el precio de una máscara facial desechable típica.