Cristina Pérez “tengo un romance infinito con la radio”

– ¿Como fueron tus comienzos en los medios?
– Ya desde chica, a los 6, 7 años, jugaba a hacer un noticiero. Recuerdo que usaba un cepillo de esos que se usan para hacer brushing como micrófono; creo que lo mío tiene esa contundencia que no requiere explicación.
A los catorce años, cuando se produce la explosión de las FM, tuve la oportunidad de trabajar en una radio los fines de semana. Mi secundario pasó entre ir al colegio de lunes a viernes e ir a la radio, a las 7 de la mañana sábados y domingos, y para mi eso era lo más hermos del mundo. Era Radio Del Jardín; después pasé a la que era la sucursal de la Rock & Pop de Tucumán, que la recibía Radio Ciudad.

Luego vino el fenómeno de la TV por cable, y comencé a trabajar a los 17 años en el noticiero un canal, Canal 5 ATS.
En el noticiero también hacía notas, y un día me tocó entrevistar a Alejandro Romay, que había ido a Tucumán a inaugurar la nueva sede del colegio donde él había hecho el secundario. Le gustó como trabajaba y me ofreció hacer una prueba para Canal 9. Por supuesto le dije que si.

Primero me citó en el hotel en el que estaba hospedado; recuerdo que me dio un artículo, muy corto, del diario Ámbito Financiero y me dijo: “Hablame tres veces más de lo que está escrito acá”. Después de esa primera entrevista vine a hacer una prueba a Buenos Aires, y volví a Tucumán.
Pasaron varios meses y ya me había olvidado… mientras tanto seguía con mis estudios, estudiaba Historia en la Facultad de Filosofía y Letras, hasta que un día me llamaron de Buenos Aires; era Antonia, la secretaria de Romay. Vine y no me volví más… pasaron ya 25 años.

– ¿Como recordás el debut en canal 9?
– Fue el 7 de diciembre de 1.992. Comencé como notera, movilera, y después pasé a conducir el noticiero, con Mabel Marchesisni y Guillermo Andino. Fue todo muy vertiginoso, porque debuté al aire, en vivo. La verdad, era una locura, tenía 19 años!

Honestamente no lo podía terminar de entender, pero tenía muy en claro que estaba donde quería estar.
Durante el Campeonato Mundial de fútbol de Sudáfrica hiciste una columna en el portal de deportes de Perfil.com, “4-4-2” y en el de Brasil para la revista Noticias. ¿Como fue esa experiencia?
Ante todo me califico a mi misma como una hincha de fútbol apasionada. El fútbol me genera esos sentimientos indescriptibles tan parecidos al amor, pero supongo que eso nos pasa a la mayoría de los argentinos.

Creo que en parte, los editores, tuvieron la intención de buscar a alguien que tuviera una visión un poco disfructiva y, si se quiere, algo insolente, porque no soy experta en fútbol. Fue muy divertido, y siempre digo que también fue una especie de atrevimiento y algo insolente, que también es lindo. Y desde ese lado es donde trataba de construir una mirada de lo que pasaba, con narrativa, con creatividad, que era un poco el desafío que tenía.

– ¿Que diferencias encontrás entre la gráfica, la Radio y la TV?
– Intervienen, fundamentalmente, los sentidos de uno, el alma, la capacidad de comunicar en forma totalmente distintas. La escritura siempre es un hecho en soledad, hasta una especie de diálogo mental en el que se desprenden formas, miradas, fotos de la realidad que uno va tratando de adornar con palabras.

La radio, con la que me declaro en un romance infinito, es el medio más verdadero, porque en la radio, como en el teatro, uno deja cada pestaña.
Para poder comprometerte profundamente en la radio tenés que ser quien sos en su complejidad y en su totalidad, es casi como un desnudo. Siempre digo que la radio es como 3D, con muy alta fidelidad, porque expone a la persona, y por eso mismo es un duelo a suerte y verdad; si no sale la verdad calculo que uno nunca va a poder hacer bien radio.

Como eso es una búsqueda de cada día, no tiene posibilidad de bajar en calidad, porque precisamente es cada día, y en esa intensidad que tiene la verdad, la realidad, la búsqueda… el hablar a flor de piel, el tratar de llegar a la audiencia en ese momento en particular, especialmente en el horario que tengo el programa, que es un horario muy intimista.
La Televisión ha sido mi vida. Siempre digo, en tono de broma, que tuve más exposición a los rayos catódicos, que ya no existen, que a los rayos del sol.

Ahora es muy común que alguien salga en cámara, o se grabe con un celular, pero yo empecé frente a una cámara como si fuese lo más natural del mundo siendo casi una niña, algo que para la mayoría era un lugar de terror. Siempre me sentí ante la cámara como si estuviese en mi elemento.

Pensándolo en perspectiva, también me impacta. Siempre hubo en mí esa necesidad de salirme a contar, salirme a comunicar. Me pasa con la voz, con los gestos, con los ojos, con las palabras. Es como si mi vida, en ralidad, estuviera dedicada en todo su espectro a eso, a comunicar por donde sea y como sea.

– Por un lado, decís que la TV ha sido tu vida, sin embargo tenés un romance infinito con la Rdio. ¿Como te sentís, volviendo a tu primer amor?
– En este tiempo que llevo en Mitre estoy muy feliz, y tengo que agradecer porque he tenido grandes maestros. Uno de ellos es Jorge Porta; es un orgullo y un placer trabajar con él, no hay dos Jorge Porta en Argentina. No he visto a alguien con el instinto y la valentía de trabajar con la noticia viéndola venir como lo he visto en él.

Otra persona invalorable es Guido Valeri, capaz de hacerte entender como jugar mejor, y Rubén Corda, que es alguien que confió en mí desde el principio, y me hizo sentir esa confianza. Lo que me pasa en Mitre es que siento esa mezcla de orgullo, amor, lealtad… es algo muy fuerte lo que siento, entonces tengo esa especie de involucramiento afectivo, intelectual y humano muy grande.

– ¿Y con el programa en particular?
– Lograr lo que nos está pasando hoy en “Confesiones en la Noche”, con Gonzalo Sánches, un periodista excepcional, que combina dos cosas que para mí son fundamentales como el tratamiento de la información y la sensibilidad humana para contar las historias, es un desafío que no es fácil. Es empezar a aterrizar en días que en Argentina nunca son pacíficos ni dejan de ser vertiginosos.

Para lograr el tono y el clima tuve que aprender a poder despojarme de la locura del día; incluso después de haber dado noticias para poder darle a la gente lo mismo, y eso fue un trabajo difícil, fue un trabajo que llevó mucha búsqueda interior y mucha apertura como para generar en mi, como comunicadora, la versatilidad que me pedía la radio a esa hora.

Y no lo digo como un logro ya consumado, sino como algo que todavía estoy aprendiendo, profundizando, porque básicamente sigo siendo una aprendiz. Ese es el objetivo que nos proponemos, y no por eso haciendo un programa que sea superficial, sino animarnos a transitar la vida, como la hora del día lo indica. A veces con temas más dolorosos, más relajados o más profundos, pero logrando acompañar, porque la radio se mete en tu vida, está con vos donde vos vas. Sabemos que estamos yendo con alguien de vuelta a su casa, o cenando con nosotros, o va manejando. Ese es el desafío.

– En muchas ocaciones fuiste muy crítica del kirchnerismo. ¿Como viviste, durante el gobierno anterior, la “grieta”?
– Yo soy una profesional. Pueden cambiar los gobiernos, pueden cambiar las épocas, pero los valores no cambian. El periodismo es pre existente a la democracia, sin libertad para expresarnos no hay democracia, y eso es así sin importar quien gobierne.

Lamentablemente, el kirchnerismo eligió como oposición a los medios, y buscó descalificarlos para poder descalificar las verdades que se podían contar sobre ellos, porque han gobernado bajo una matriz totalmente autoritaria, de no haber transparencia en la información, de no dar conferencias de prensa, y de situar públicamente al periodismo y a los medios como a un enemigo.

Fueron por Clarín porque es el medio más fuerte, y sabían que si tiraban a Clarín tiraban a la libertad de prensa, y en mi posición personal no había dudas; defender la libertad de expresión de Clarín era defender mi libertad de expresión y la de todos, y en eso no tuve dudas ni antes ni ahora, siempre estuvo claro.

También tuve la suerte de trabajar en TELFE donde respetaron, siempre, mi posición. Y si hay algo que tengo claro es que hay principios personales con los que no estoy dispuesta a tranzar.

– ¿Que diferencias encontrás respecto al trato con los medios entre el gobierno anterior y el actual?
– En primer lugar creo que el gobierno de Macri reconoce el lugar institucional y constitucional que tienen los medios en el sentido que los respeta. Por ejemplo, este gobierno da conferencias de prensa.

Tensión entre el periodismo y los gobiernos siempre va a haber. Estamos en lugares distintos, y la tensión siempre va a existir porque los tenemos que criticar, pero es importante que institucionalmente haya transparencia en la información; por ejemplo, este gobierno apoya el acceso a la información pública, y eso me parece positivo.

Si ben tienen una tendencia a buscar la comunicación de manera horizontal, especialmente en las redes sociales y no en los medios tradicionales, y aunque sean esquivos, como todo gobierno, no les queda otra que estar en el debate público, y cuando uno hace preguntas te dan respuestas, tienen predisposición a respetar nuestro trabajo, y eso no hay que agradecerlo, ni a este gobierno ni a ninguno, es lo que tiene que ser.

Habíamos llegado a una locura tal que hoy parecería que eso hay que agradecerlo, cuando es lo que tiene que ser, por lo cual simplemente hacen lo que dice la Constitución. La libertad de expresión nos permite ser quienes somos.

– Cuando Crisitna Fernández comenzó a dar entrevistas, ¿te hubiese gustado entrevistarla?
– Me hubiese gustado entrevistarla cuando era presidente. Una vez, al aire, dije que sería bueno que nos de una entrevista la ex presidente, pero en algún punto tengo la sensación que después de haber sido totalmente intolerante ante la crítica y las preguntas, porque ella creía que no tenía que responder preguntas, nos quiso usar porque estaba en campaña. Obviamente que si ella hubiese ofrecido la entrevista uno tiene que hacer su trabajo, y hacerlo lo mejor posible, pero sentía esa especie de contorsión un tanto cínica que ahora, que no estaba en el poder daba entrevistas.

– ¿A quien te hubiese gustado, o te gustaría entrevistar?
– Me hubiese gustado entrevistar a Borges, a Mandela, y hoy me gustaría a Jeff Bezos, el fundador de Amazon… a Obama, a Annie Leibovitz, la fotógrafa… la lista sería muy larga.

¿Cual fue el peor momento que pasaste en tu carrera profesional?
No tengo, realmente, un momento en particular, pero me preocupó muchísimo la avanzada contra la libertad de expresión durante kirchneriso… me llegó a preocupar profundamente, creo que íbamos camino a ser Venezuela, lo que no significa estar de acuerdo en todo con este gobierno. No es una cuestión de antagonismo, es una cuestión de valores.

– ¿Y el mejor?
– Tampoco podría señalar uno en particular. Ahora, en Mitre, estoy viviendo uno de los mejores momentos de mi vida, donde puedo cosechar de lo aprendido en todos estos años y compartirlo, darlo, dar mucho de mi, porque el programa permite desplegar todo lo que uno es como persona.

La sensación de tener la oportunidad de mi vida cuando vine de Tucumán a los 19 años fue muy fuerte. Fue uno de los mementos más lindos de mi carrera, donde tuve una jefa que me enseñó mucho, Lucía Suárez… fue una etapa fantástica en Canal 9.
También cuando empezó el proyecto en TELEFE, junto a Rodolfo Barili y Osvaldo Petrozzino fue un momento muy hermoso, y sobre todo la creación de “Diario de Medianoche” que fue un noticiero exitoso… ese noticiero era espctacular!
Y hoy disfruto de algo muy lindo en TELEFE, algo que con Rodolfo hemos transitado juntos… nos entendemos muy bien. Hacer bien tu trabajo es muy lindo, pero estar con alguien con quien te entendés perfectamente es muy fuerte.

Esas son un poco las pinceladas de algunos buenos momentos, pero siempre digo que en los momentos malos, mi pasión y mi voluntad fueron inquebrantables, entonces a veces dudo, y me pregunto… ¿cuales son los mejores momentos, los que te muestran el disfrute o esos dónde estaba todo oscuro y el espíritu no claudicaba? No se que decirte, porque también se de los momentos en que la cosa venía difícil y el espíritu no claudicaba; esos también son momentos brillantes, que por ahí no tienen los fulgores eufóricos de la felicidad, pero tienen el amor peleando por lo que corresponde.

– ¿Que te gustaría hacer que todavía no hayas hecho?
– Algo con la fotografía. La fotografía es otro de los grandes amores de mi vida, es algo a lo que me dedico desde hace mucho tiempo, siempre como amateur, y ahora quiero hacer algo un poco más profesional… pero no quiero adelantar nada.

– ¿Hiciste amigos dentro del medio?
– Soy de esas personas que tiene amigos que son casi familia. Entre ellos está Gabriela Cociffi, directora de Infobae a quien conocí cuando trabajábamos en la revista Gente. Otro de mis mejores amigos en el Profesor Luis Tonelli, politólogo, que fue columnista mío en Radio Del Plata; Florencia Scarpatti, compañera de TELEFE, y Alberto Crespo, que lo conocí trabajando en Canal 9. Fijate que mis cuatro amigos más importantes fueron compañeros trabajo.

¿Que opinás del sitio Deradios.com?
Lo conocí a partir de esta entrevista. La verdad es elogiable el desafío de hacer un medio dedicado a la industria sin tener que caer en notas de espectáculos o de color y lograr interés para un mercado que es muy especail, de nicho, que a veces en el contexto local es muy difícil, y lo que vi me pareció muy bueno.

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Acerca de Pablo Dócimo 129 Articles
Escritor , periodista.

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