De características localistas y colores rioplatenses, tiene reminiscencias del pintor y escultor uruguayo, Joaquín Torres García, del artista visual uruguayo-lituano José Gurvich y del grupo Ojo del Río. Tiene su taller en Vicente López, «su lugar en el mundo» como lo describe y donde transcurre los días de cuarentena.
Elementos como hierros, rulemanes, maderas, que para algunos pueden ser piezas obsoletas, para Carmela significan material para su trabajo.
La artista que el 8 de Marzo inauguró su muestra “A Cielo Abierto”, en el Museo de Arte Popular José Hernández y también tiene obras en el circuito de diseño de Arenales Indusparquet, no paró de trabajar durante el aislamiento y el encierro le dio más tiempo. «Vivo en mi taller, así que hago cuarentena de manera permanente. Acá hay de todo, siempre parto de algo, no es una hoja en blanco», dice la artista.
Entre sus últimas creaciones, pueden mencionarse Transparencia otoñal uno y dos (creadas en Marzo), dos obras hechas sobre caballetes reciclados combinadas con hierros y distintas piezas es una obra abstracta. Rulos – de la Serie Rostros, hecha totalmente con hierros reciclados y patinas muestra la cara de una mujer que tiene la particularidad de que las cadenas hacen de cabello en movimiento. Villa Parrilla -de la Serie Favelas, totalmente de hierro sobre una parrilla vieja, figura una ciudad hecha con piezas reutilizadas pequeñas. Rubia inocencia, de la Serie Ellos, obra hecha en hierro con base en madera y terminada compagina con pátinas.
Obras anteriores como El Vigía y La Vela de principios de año, son consideradas «bisagras» porque muestran un cambio en su obra. Pasaron por Punta del Este y este año tenía previsto llevarlas a Basilea, viaje por ahora postergado. Además, también tiene una «serie» del club de sus amores, «River Plate», que incluye creaciones que fueron exhibidas en el museo millonario.
«Acopio las cosas que veo y me parecen interesantes, piezas que encuentro en el río, en el campo, a las que resignifico y le doy belleza», expresa Carmela, que encontró en el espacio del reconocido escultor, Ricardo de la Serna, otra forma de expresarse a través de la escultura.
Así, en el el 2015 nació la obra «Selfie», que alude al concepto de autorretrato y está hecha con una tapa de Obras Sanitarias encontrada en la calle, combinada con madera y hierro.
Actualmente está incorporando el uso de cerámica en sus obras y junto a un grupo de artistas está haciendo obra para un proyecto solidario destinado a la Fundación de River. Por otra parte, Fernanda Akianm, curadora de sus obras, está organizando visitas a su taller, con grupos reducidos.
Carmela asegura que «las esculturas suman belleza, pero también nos cuestionan los límites propios y ajenos. No busco shockear, hago lo que a mí me gusta e intento que sea lindo».
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